Consejo Mundial de Iglesias
Oficina de Comunicación - Prensa e información
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Suiza |
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La delegación del CMI en la Conferencia sobre Cambio Climático en Bonn: |
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Véase WCC Press Update, Up-01-08, 30 de marzo de 2001 Véase Comunicado de prensa del CMI, PR-00-34, 14 de noviembre de 2000 No son muy buenas las perspectivas para la Conferencia sobre Cambio Climático que tendrá lugar en Bonn (Alemania) los días 16 y 17 de julio. Muchos estiman que las negociaciones serán un fracaso antes de hayan comenzado. Es lo que temen los nueve miembros de la delegación que seguirán de cerca las conversaciones en nombre del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y que intentarán dejar clara, siempre que sea posible, la posición del CMI. "La voz de la delegación del CMI es la voz de la mayoría silenciosa del mundo, que no consigue hacerse oír", dice con convicción Elías Abramides, que encabeza la delegación en Bonn. Los nueve miembros de la delegación, procedentes de Argentina, Alemania, Países Bajos, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos y Zimbabwe, todos ellos miembros del grupo de trabajo sobre cambio climático del CMI, tienen por delante dos difíciles semanas. Según la delegación, la decisión del Gobierno de los Estados Unidos de retirarse del Protocolo de Kyoto comprometerá seriamente los resultados de la Conferencia. Elías Abramides, procedente de Argentina, califica la actitud de los Estados Unidos de obstinada e inflexible. Solo 40 países industriales se enfrentarán con los 160 países que no pertenecen al rico hemisferio Norte. El CMI cree que el peso de la responsabilidad moral por el rápido avance del cambio climático debe recaer precisamente sobre los países industrializados. Así pues, tienen la obligación de tomar la iniciativa adoptando medidas para reducir las causas de ese cambio. "Y ahora, uno de esos 40 países ha declarado que ya no desea participar en el proceso. Sin embargo, se trata de una cuestión de solidaridad, de asumir nuestra responsabilidad ética común de preservar la creación de Dios", expresa Abramides. "Como cristianos, no podemos aceptar esa postura". La delegación del CMI apoya todos los esfuerzos tendentes a persuadir Estados Unidos de que reconsidere su decisión. Abramides piensa que Japón desempeñará un papel importantísimo en la próxima conferencia. Aunque no cree que el Gobierno japonés ratifique actualmente el Protocolo de Kyoto sin los Estados Unidos. Para los participantes en la Conferencia la tarea más importante será salvar el Protocolo. "Tienen el deber moral de hacerlo", declara. Los miembros del grupo de trabajo del CMI sobre cambio climático no sólo hacen presión en las conferencias internacionales para que se utilicen los recursos con prudencia y de forma ecológicamente responsable, sino que actúan a nivel local en sus iglesias, organizando proyectos e iniciativas para dar a conocer los problemas del cambio climático a sus conciudadanos y mostrar lo que cada persona puede hacer para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En particular, apoyan las actividades regionales de los países en desarrollo, trabajando, al mismo tiempo, con grupos de pueblos indígenas. En esta oportunidad, el CMI no prevé una acción especial por separado. En Bonn, los delegados participarán en conferencias de prensa, manifestaciones especiales, presentaciones de libros y en reuniones de oración. Y aunque todo da que pensar que nada constructivo saldrá de las negociaciones. Abramides no se desalienta: "El simple hecho de que estemos aquí en esta Conferencia con los representantes de los gobiernos es un signo de esperanza para el futuro y la prueba de nuestra inquebrantable determinación de preservar la belleza y la riqueza de nuestro medio ambiente, que es un valioso don que Dios nos ha dado. Y ¿quién sabe? Quizás se produce un milagro... De todos modos, los delegados tratarán de obtener el máximo de lo que es posible en estas circunstancias."
Delegación:
El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una comunidad de 342 iglesias, procedentes de más de 100 países de todos los continentes y de la mayor parte de las tradiciones cristianas. La Iglesia Católica Romana no es una iglesia miembro pero mantiene relaciones de cooperación con el CMI. El órgano rector supremo es la Asamblea, que se reúne aproximadamente cada siete años. El CMI se constituyó oficialmente en 1948 en Amsterdam (Países Bajos). Al frente del personal del CMI está su Secretario General, Konrad Raiser, de la Iglesia Evangélica de Alemania.
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