Cuando sólo faltan unas horas para el lanzamiento oficial del Decenio, los participantes del Comité Central hablan ya de los desafíos existentes para los próximos diez años. Los expositores del panel presentaron algunos de los argumentos por lo que este Decenio es de suma importancia e insistieron en la necesidad de la reflexión para la acción durante todos estos años.

Margot Kässmann, Obispa de la Iglesia Evangélica Luterana, en Hannover, Alemania, expresó algunas de sus preocupaciones con respecto a la violencia infantil. En su presentación, explicó que el 80 % de los niños y niñas son castigados, por lo que muchos de ellos "no logran aprender lo que significa la resolución pacífica de los conflictos".

Kässmann también apuntó hacia uno de los problemas que enfrenta la sociedad alemana en la actualidad: la xenofobia. "Nos preocupa el odio hacia los extranjeros, el surgimiento de una nueva generación que ataca a personas de origen étnico diferente".

En Alemania, en los últimos 8 años, 64 personas han muerto por ataques raciales, 92 personas se han suicidado por el temor ante la situación y 119 inmigrantes han muerto en sus intentos de entrar ilegalmente al país.

Kässmann, también se refirió al problema de la violencia contra la mujer, expresando que este "es un tema que debe obligarnos a tomar medidas". "Requerimos que las iglesias de todo el mundo se reúnan y formen una red mundial", añadió. Por otro lado, destacó la importancia del Decenio de las Iglesias en Solidaridad con las Mujeres, concluido en 1998, y reafirmó que las experiencias obtenidas durante esos diez años deben ser utilizadas durante el Decenio para Superar la Violencia.

"La religión no debe ser un factor que incremente el conflicto, sino que lo elimine, ese es el discipulado de Jesucristo. El pueblo de Dios lo logrará, empecemos a trabajar", concluyó.

Por su parte, el Arzobispo Anastasios de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania relató la experiencia albanesa, único país en el mundo donde las autoridades prohibieron, a través de la Constitución, cualquier forma de expresión religiosa o creencia. Sin embargo, 46 años después, la iglesia se levantó con voz profética para decir No a la violencia. Recordó también cuando en 1999 muchas víctimas huyeron de Yugoslavia y la Iglesia Ortodoxa les recibió con los brazos abiertos, sin preguntar la identidad religiosa de los refugiados.

"La única fuente de inspiración es Jesucristo (...) aunque parezca que la violencia permanentemente dominará la vida de la humanidad, nosotros sabemos que el futuro pertenece a Él, quien es Consejero, Padre Eterno, Príncipe de Paz", añadió el Arzobispo Anastasios.

Un debate animado se inició cuando el Dr. Hermen Priyaraj Shastri, Secretario General del Consejo de Iglesias de Indonesia, entrevistó a varios de los miembros del Comité Central que representan a las diferentes regiones.

Uno de los entrevistados fue el Dr. Richard Grounds, de la Iglesia Metodista, Unida en los Estados Unidos, quien pertenece a los grupos aborígenes Seminole y Uchee. Grounds expresó los grandes problemas discriminatorios que enfrentan estas poblaciones en los Estados Unidos y manifestó su esperanza de que este Decenio pueda contribuir en algo al bienestar de los suyos.

Por otra parte, el Rev. Héctor Méndez, de la Iglesia Presbiteriana Reformada en Cuba, expresó: "Llevamos cuarenta años en una guerra, no es una guerra con cañones ni con balas, sino una guerra ideológica. Las Iglesias después de treinta años, son la única semilla de reconciliación entre ambas sociedades (Estados unidos y Cuba)". Méndez también relató la experiencia que vive Cuba en estos momentos, donde las iglesias se encuentran llenas, al igual que los seminarios.

Otra de las entrevistada fue Laura Saavedra de la Iglesia Metodista de Uruguay, quien comentó las iniciativas desarrolladas en su país para detener la violencia, un trabajo que en ocasiones resulta difícil. Otra de las mujeres entrevistada fue la Dra. Bernice Powell-Jackson (Iglesia Unida de Cristo en los Estados Unidos) quien apuntó a la necesidad de hablar sobre los actos de violencia sobre la mujer, uno de los sectores marginados de la sociedad.

El Dr. Maake J. Masango, de la Iglesia Presbiteriana del Sur de Africa, expresó cómo los medios de comunicación constituyen una de las causas de la violencia. "Es difícil hacer algo, porque los medios de comunicación son más poderosos", añadió.

Mañana domingo los miembros del Comité Central lanzarán el Decenio para Superar la Violencia en un culto especial que tendrá lugar en Berlín en la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche (Iglesia Memorial).

Fotos del Comité central