"Me siento muy contento de que ustedes hayan aceptado la invitación que realizamos en conjunto con la Iglesia Evangélica de Berlin-Brandenburgo para que vinieran a Alemania y celebraran esta reunión del Comité Central", expresó el Obispo Kock.

En su discurso, el Obispo Kock hizo referencia a sus recientes visitas a Sudáfrica y Namibia donde el problema de la violencia y la opresión racial todavía son evidentes. Al mismo tiempo, se refirió a las situaciones de agresión racial que en la actualidad enfrenta Alemania. "A pesar de todo lo que hemos hecho, todavía no podemos considerar exitoso los resultados con respecto a la violencia que incluye el antisemitismo en nuestro país", añadió. Al mismo tiempo, instó a los presentes a realizar, entre todos, pequeños esfuerzos que en un final contribuyan a alcanzar la gran meta.

Por otra parte, el Obispo Kock se refirió al gran apoyo que el Decenio para Superar la Violencia ha recibido en Alemania, no sólo por parte de las iglesias, sino también de otros sectores de la sociedad. "Me siento muy contento de que el lanzamiento internacional del Decenio para Superar la Violencia tenga lugar aquí en Berlín, el próximo domingo. La ciudad es un lugar excelente para este evento. Con su muro divisorio, Berlín fue el símbolo de un mundo que por décadas parecía permanecer inmutable en la violencia de la Guerra Fría", añadió el Dr. Kock en sus palabras.

El Obispo Kock agradeció también a aquellos que compartieron el gozo de la apertura de las barreras de la separación, y la reunificación pacífica de las dos partes anteriormente divididas en Alemania. Por último, utilizó el ejemplo de Berlín como el de una ciudad, que logró superar sus antangonismos usando otros medios que no incluyeron la violencia.

La reunión del Comité Central del CMI se extenderá hasta el próximo 6 de febrero. El evento tiene lugar por vez primera en una Alemania reunificada. La ciudad que acoge a los invitados es Postdam, capital del estado de Brandenburgo. Esta ciudad que cuenta con alrededor de 140 000 habitantes, fue inscrita como Patrimonio Mundial en el año 1990. El sitio, destacado ejemplo de creación arquitectónica, fue dañado durante la Segunda Guerra Mundial. La ciudad es un símbolo de la división que afectó al país durante el período de la Guerra Fría.

FOTOS del culto de apertura