El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha establecido un programa ecuménico de observación de la situación en Palestina e Israel (EMPPI) a fin de coordinar la labor de las iglesias y de los equipos ecuménicos de seguimiento y observación sobre el terreno. En su reunión en Ginebra, celebrada del 11 al 14 de septiembre pasado, el Comité Ejecutivo aprobó el principio de "un programa de acompañamiento en el que se prevea una presencia ecuménica internacional basada en la experiencia del equipo de pacificadores cristianos". Se considera que el programa forma parte de una acción ecuménica mucho más amplia en relación con el conflicto palestino-israelí, y es el resultado del examen de la situación por parte de una amplia gama de organizaciones ecuménicas e iglesias a nivel internacional.

En el marco de este programa se vincularán varios proyectos piloto de las iglesias actualmente en curso. Entre estos proyectos cabe mencionar la campaña "United Civilians for Peace", coordinada por organizaciones ecuménicas, de desarrollo y por la paz; una iniciativa ecuménica de seguimiento de la situación organizada por la Iglesia de Suecia; un programa de observación dirigido por DanChurchAid de Dinamarca en colaboración con el Consejo de Relaciones Intereclesiales de la Iglesia Evangélica Luterana de Dinamarca y el Consejo Ecuménico de Dinamarca; y un programa ecuménico de acompañamiento que lleva a cabo el Foro del Oriente Medio de Church World Service (EE.UU.).

Gracias a la reciente creación del fondo del CMI destinado a apoyar la respuesta ecuménica ante el conflicto palestino-israelí, el CMI podrá ampliar sus esfuerzos de coordinación de conformidad con la resolución del Comité Ejecutivo.

Al hablar del programa EMPPI, Salpy Eskidjian, secretaria ejecutiva del Programa de Relaciones Internacionales del CMI, señala que el Consejo "considera que lo más importante actualmente es centrar los esfuerzos en el establecimiento de una presencia ecuménica internacional, dado que la situación en Israel y Palestina es más alarmante que nunca".

El alcance total y el mecanismo de coordinación del programa se establecerán en los próximos dos meses. Para ello, Eskidjian considera que será muy útil la experiencia anterior acumulada por el CMI gracias al Programa de observación de la situación en Sudáfrica (EMPSA).

Se espera que el programa EMPPI esté centrado en el seguimiento y la observación de las violaciones de los derechos humanos en situaciones conflictivas, como los puestos de control de la población: se acompañará a las personas en sus actividades cotidianas como ir a la escuela, al trabajo o a los hospitales, se seguirán de cerca las medidas tomadas por las autoridades, y se participará en acciones noviolentas concretas. El programa se llevará a cabo en colaboración con las iglesias locales así como con grupos por los derechos humanos o por la paz. "Y estaremos allí donde las iglesias y nuestros interlocutores locales nos necesiten", promete Eskidjian".

Para ella, el programa "es un medio poderoso al servicio de las iglesias de todo el mundo para que puedan expresar en la práctica su solidaridad con sus hermanos y hermanas de Palestina e Israel en su lucha para resistir a la dura ocupación militar por medios noviolentos".

El programa EMPPI apoyará los esfuerzos de formación y de defensa en la búsqueda de una solución pacífica y justa del conflicto palestino-israelí. "Nuestra actividades en otras partes del mundo nos han enseñado que una experiencia directa es la forma más eficaz de concientizar y de apoyar un enfoque diferente en la tarea de defensa y promoción de la justicia", concluye Eskidjian.