Tras concluir, ayer, el Foro de Organizaciones no Gubernamentales (ONG) e inaugurarse la Conferencia Gubernamental de las Naciones Unidas, no sólo han cambiado el tono, la indumentaria y el ambiente general, sino que el compañerismo abigarrado y sonoro de las personas que participaban en el Foro de ha dejado su lugar a la solemnidad de las jefes de Estado y de los funcionarios que, en las salas del centro de conferencias, tienen necesidad de altoparlantes para comunicarse. Ya no hay debates en la tribuna, ni diálogos, ni encuentros espontáneos a menudo cargados de emoción: en el orden del día figuran explicaciones y declaraciones preparadas con anticipación, programas de acción escritos, al estilo de las Naciones Unidas.

El Foro de ONG trabaja día y noche para dejar constancia escrita de los resultados y las reivindicaciones de su reunión de una semana, a fin de presentarlos a la Conferencia Gubernamental. A este respecto, no se trata de hacer literatura, sino de formular las frases y los párrafos con precisión. Sin embargo, lo que es aún más importante, es lo que no se dice - o lo que se tacha.

Para la tarea de hacer presión en la Conferencia, la delegación del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) forma parte, en adelante, del "grupo ecuménico". El grupo se reúne concienzudamente cada día para tomar decisiones que permitan hacer oír con firmeza y determinación la voz de las iglesias sobre los diferentes temas que se han de tratar, e influir en la Declaración de las ONG que se ha de presentar el martes 4 de septiembre a más tardar a la Conferencia Gubernamental.

La cuestión palestina ocupó más espacio en la Conferencia Mundial de lo que algunos esperaban: "Durante los debates, Palestina pasó a ocupar, ante los ojos del mundo, el lugar que ocupaba en otra época el apartheid en Sudáfrica. Fue un tema unificador para los grupos de defensa de los derechos humanos", declaró Marwan Bishara, miembro palestino de la delegación del CMI. Sin embargo, es importante destacar que una crítica contra Israel no entraña de modo alguno una forma de antisemitismo. Mantenemos con energía todas nuestras declaraciones contra el antisemitismo. La cuestión palestina no puede colocarse al mismo nivel que el holocausto. Sin embargo, nuestra actitud para con Palestina representa, de hecho, una decisión moral importante y, al mismo tiempo, nos ha permitido aunar nuestras voces a las de las familias de ONG del mundo.

La cuestión Palestina no es más que uno de los muchos temas sobre los que ha de expresarse el CMI en los diferentes grupos de interés. En el grupo de los Dalit, así como en los que discutirán la intolerancia religiosa y la problemática de las mujeres, el CMI habrá de unirse a los que exigen que los derechos humanos sean respetados en la práctica.

Las fotografías de la Conferencia