Juntos en Camino
1.6. El
programa
La asamblea se
programó para alcanzar sus objetivos en el término de doce días. Fue la
asamblea más corta celebrada hasta el momento por el CMI.
Para poder llevar
adelante su labor en tan ajustado tiempo, el trabajo de la asamblea se
dividió en tres fases, que en algunos momentos se superpusieron entre sí, y
que dejaron tiempo para que los participantes también tomaran parte en una
actividad especial, que se denominó padare, palabra que en el idioma shona
significa "lugar de encuentro" y en la que participaron grupos y
organizaciones de distintas partes del mundo. |
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El programa general de la asamblea se
organizó en:
a) sesiones plenarias, que podían
ser generales, para ceremonias especiales, discursos oficiales y actos
públicos de testimonio; deliberativas, para recibir y discutir informes y
propuestas para la vida de las iglesias y del CMI; y administrativas, para
asuntos sobre los cuales se deben tomar decisiones detalladas;
b) reuniones de información y debate, fase I, donde se recibieron los informes de las actividades realizadas
por las cuatro unidades en las que se dividía hasta esta asamblea el trabajo
del CMI y el informe de la secretaría general. Las unidades eran: Unidad y
Renovación; las Iglesias en Misión - Salud, Educación, Testimonio; Justicia,
Paz y Creación; Compartir y Servir;
c) reuniones de información y debate, fase II, donde se discutieron programas y propuestas en relación a la
nueva organización que adoptó el CMI luego de la asamblea, por grupos
temáticos. Estos grupos son: Unidad y Espiritualidad, Avanzar Juntos,
Justicia y Paz, Educación y Aprendizaje, Misión y Testimonio, y
Solidaridad;
d) el trabajo de ocho comités, que
fueron elegidos al comenzar la asamblea y estaban integrados por delegados de
las iglesias, en un balance que contemplaba edad, género, región,
denominación y otros aspectos que permitían que estos comités fueran
realmente: representativos de toda la asamblea. Los comités fueron los
siguientes:
- Comité de Dirección: responsable de coordinar el trabajo diario de la
asamblea;
- Comité de Candidaturas: responsable de preparar y presentar la lista de
candidatos para el nuevo Comité Central y para la presidencia del CMI;
- Comité del Mensaje: encargado de prestar atención a todo lo que ocurre en
la asamblea (desde los cultos, a las sesiones plenarias, los debates, las
resoluciones, los contactos a nivel local y el resto de las actividades de la
asamblea) para recoger su espíritu y transmitirlo en un mensaje que deberá
ser aprobado por los delegados. Este mensaje deberá reflejar el pensamiento
de la asamblea y servir de inspiración a las iglesias;
- Comité de Finanzas: encargado de examinar las finanzas del CMI durante
los últimos siete años y las proyecciones financieras para el próximo
período. Propone criterios generales que el nuevo Comité Central deberá tener
en cuenta;
- Comité de Orientación Programática: encargado de preparar un informe que
evalúe la tarea del CMI durante el último período y propone recomendaciones
para los próximos años;
- Comité de Cuestiones de Actualidad: responsable de preparar y presentar a
la asamblea proyectos de declaraciones públicas sobre temas de actualidad;
- Comité de Exámen I: encargado de presentar recomendaciones para examen y
decisión basadas en los informes del moderador y del secretario general, y
sobre relaciones con las iglesias miembros, otros organismos ecuménicos, la
Iglesia Católica Romana, las enmiendas a la Constitución y al Reglamento del
CMI, y una respuesta al texto sobre Entendimiento y Visión Comunes del CMI, y
también otras cuestiones que someta la asamblea;
- Comité de Exámen II: responsable de presentar recomendaciones de examen y
decisión basadas en el tema de la globalización y la deuda externa, así como
otras que surjan de los plenarios dedicados a Africa y el Decenio de
Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres y otras cuestiones que le
presente la asamblea.
e) Grupos de estudio bíblico:
estos grupos, integrados por un promedio de quince personas cada uno, se
reunieron diariamente a lo largo de toda la asamblea y marcaron momentos
importantes para el recogimiento, la reflexión y el testimonio. Fueron grupos
en los que personas pertenecientes a distintas iglesias y países tuvieron la
oportunidad de compartir sus experiencias de fe. Al mismo tiempo, permitieron
estrechar los vínculos entre los delegados y nutrieron el espíritu ecuménico
de la asamblea.
En los primeros seis días de asamblea, predominaron las sesiones generales y
deliberativas, donde se presentaron los saludos oficiales, el tema central de
la asamblea, los informes del moderador del Comité Central y del secretario
general del CMI, y se discutió sobre el documento Entendimiento y la Visión
Comunes del CMI. También se dedicó una plenaria deliberativa al Decenio
Ecuménico de Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres y otra al tema
africano bajo el título de "El Ubuntu y el kairós africano".
Al quinto día de asamblea se desarrollaron las reuniones de información y
debate, fase I, donde se evaluó la tarea llevada adelante por cada una de las
unidades de trabajo y la secretaria general del CMI durante el último
período. En los días octavo y noveno se llevó a cabo la fase II de estas
reuniones, en las que se analizaron propuestas para el trabajo futuro del
CMI.
Al mismo tiempo, a partir del quinto día de asamblea, y durante cinco días,
se desarrolló el Padare, durante el cual alrededor de 500 grupos y
organizaciones presentaron su trabajo en sesiones de una hora y media.
Recordamos que "padare" es un término del idioma shona que significa "lugar
de encuentro". En otro apartado hablaremos sobre esta experiencia.
A partir del octavo día de reunión, todas las sesiones plenarias fueron de
carácter administrativo y allí comenzaron a tomarse las resoluciones de la
asamblea. Se recibieron los informes de todos los comités que trabajaron
durante la asamblea, se aprobaron las declaraciones públicas, los programas
para los próximos siete años y el mensaje de la asamblea y se eligieron a los
miembros del Comité Central y a los co-presidentes del CMI.
Las reuniones plenarias fueron bien moderadas y la discusión fue fluída e
interesante, sin intervenciones retóricas, sino precisas y significativas.
Esto fue notorio especialmente cuando se discutieron los informes del
moderador y del secretario general y el proceso del Entendimiento y la Visión
Comunes del CMI. En general, se notó una buena participación de mujeres y
jóvenes en el pedido de palabra y también de representantes ortodoxos, que
hicieron escuchar su parecer sin tapujos a lo largo de toda la asamblea.
Las reuniones de información y debate, en sus dos fases, no fueron todo lo
participativas ni concretas como se hubiera deseado. En algunas de ellas
primaron las largas presentaciones que impidieron una mayor participación de
los delegados. No obstante, todas ellas tuvieron una buena asistencia y
despertaron contribuciones interesantes, que alimentaron las propuestas
finales con bastante éxito.
El trabajo de los comités se desarrolló en buen diálogo con la asamblea. El
Comité de Candidaturas no pudo cumplir con los plazos previstos para la
presentación de nominaciones debido a que la primera lista de candidaturas no
cubría las expectativas en relación al porcentaje de mujeres y de jóvenes en
el futuro Comité Central. Tampoco la Comisión de Mensaje tuvo éxito en su
primer presentación y recién a la tercera, la asamblea estuvo dispuesta a
votar afirmativamente el texto del mensaje.
1.7: La Adoración
Indice: Octava Asamblea y 50
aniversario