| Los cultos ocuparon un lugar significativo en la vida de la asamblea. Además de los cultos especiales, los asambleístas asistieron todos los días a un culto devocional matutino, con liturgias especialmente elaboradas, y la participación de un coro de 80 voces y un grupo de músicos que con sus tambores y marimbas alegraron todos los servicios. Algunos delegados y visitas también participaron del coro, vistiendo los coloridos uniformes elegidos por sus integrantes. Estos cultos matutinos se desarrollaban en la gran tienda de culto, situada en el parque de la universidad. | |
En los dos domingos que correspondieron a la celebración de la asamblea, los delegados asistieron a cultos en las iglesias locales, compartiendo así la gozosa espiritualidad africana.
Todos los cultos habían sido cuidadosamente planeados, con el fin de compartir ecuménicamente liturgias, cantos y actos simbólicos. De esta manera, se enriqueció la experiencia de los asambleístas y también sus conocimientos sobre las distintas modalidades cúlticas que imperan en las diferentes tradiciones cristianas.
Contrariamente a lo que se esperaba, la mayoría de las delegaciones ortodoxas participaron de los cultos e incluso algunos de sus miembros estuvieron a cargo de las liturgias. Particularmente emotiva fue la participación de miembros de la iglesia ortodoxa de Etiopía en uno de los cultos matutinos. Con sus cantos, letanías y simbología nutrieron espiritualmente a los participantes en una experiencia poco común para la mayoría de ellos. El primer culto especial fue el culto inaugural, que comenzó con la instalación de una gran cruz de madera de 4,5 metros de altura tallada sobre el mapa de Africa, también en madera. Esta cruz, que presidió todos los servicios de adoración en la tienda de culto, fue realizada por el artista David Guy Mutasa y fue obsequiada al Consejo Mundial de Iglesias.
En este culto inaugural comenzó también la celebración del jubileo del CMI, recordándose la celebración de las siete asambleas anteriores, con la entrada de estandartes y el canto de la canción que caracterizó a cada una de estas reuniones. Más de 5 mil personas asistieron a este evento, donde la predicación estuvo a cargo de la Rev. Eunice Santana, de Puerto Rico, co-presidenta del CMI.
El culto de vigilia se realizó el domingo 6 de diciembre por la noche y se basó en la narración de la pasión según San Marcos. Tuvo lugar en la tienda de cultos y sus alrededores. La congregación peregrinó por el parque, cumpliendo con diez estaciones para la confesión y la oración. En la estación donde se recordó la crucifixión de Cristo, los participantes encendieron velas que ubicaron dentro de un gran círculo, sobre la tierra. El lugar permaneció iluminado hasta unas horas después de finalizado el servicio y de lejos, se podían vislumbrar las siluetas de los participantes que se acercaban al lugar para continuar orando individualmente o en grupos.
El culto de renovación del compromiso se realizó el domingo 13 de diciembre, luego de la plenaria del 50 aniversario "Peregrinación hacia el Jubileo". Este culto fue especialmente emotivo y convocó a un nuevo compromiso ecuménico de todos los presentes. Fue particularmente significativo el intercambio de cruces que hicieron los líderes de iglesias presentes, como señal de fraternidad y vocación para el diálogo. En el culto de clausura, que se realizó el lunes 14 por la tarde, se dedicó a los nuevos miembros del Comité Central y a los presidentes del CMI. La predicación estuvo a cargo del Rev. Emilio Castro, ex-secretario general del CMI.
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