Consejo Mundial de Iglesias COMITÉ CENTRAL Potsdam, Alemania 29 de enero - 6 de febrero 2001 |
Documento No. FSA 2 |
Aprobado
1. Marco de la labor del Comité de Finanzas
Al llegar a estos días volvemos a darnos cuenta de lo necesario de la labor del Consejo Mundial de Iglesias, y de sus dimensiones. Estamos iniciando el Decenio para Superar la Violencia, abordamos de nuevo la tarea de ser el cuerpo único de Cristo en la pluralidad de las iglesias, buscamos nuevas formas de expresar el testimonio cristiano en el mundo de hoy, experimentamos la necesidad de estrechar los lazos de nuestra comunidad y ampliar las formas de comunicación entre nosotros. Es evidente que para cumplir esas tareas el Consejo necesita disponer de medios financieros adecuados. En nuestra calidad de Comité Central, tenemos la obligación compartida de atender debidamente esta dimensión de la vida del Consejo.
Después de algunos años de resultados satisfactorios, de nuevo tenemos que hacer frente a los problemas que se presentarán en los años venideros. Es indispensable mejorar las contribuciones de los miembros, estabilizar los ingresos designados y movilizar nuevas fuentes de ingresos. Ahora bien, habrá que limitar notablemente los gastos y fijar claras prioridades de la labor del Consejo.
Al considerar las arduas tareas y la extensa labor que queda por realizar, el Comité de Finanzas desea manifestar su reconocimiento y gratitud al personal por el trabajo realizado.
En el período actual del Consejo es necesario establecer una interacción más intensa entre la labor programática y el debate sobre los aspectos financieros. Por razones programáticas y financieras, el Consejo necesita un proceso claro de fijación de prioridades en las actividades y de adopción de decisiones en lo que se refiere a los programas. Necesita asimismo un proceso claro de examen y decisión acerca del futuro de los programas existentes. Con ese fin, la interacción entre el Sector de Finanzas, Servicios y Administración (FSA) y otros sectores del Consejo es tan necesaria como la interacción entre los Comités de Finanzas y del Programa del Comité Central. El apartado c del párrafo 1 del artículo VIII del Reglamento prevé que el Comité de Finanzas incluya tres miembros permanentes designados por el Comité del Programa (así como la posibilidad de nombrar suplentes). Se señaló al Comité de Finanzas que la programación de dos comités al mismo tiempo hace más difícil que el Comité del Programa designe tres miembros para que asistan a las reuniones del Comité de Finanzas.
El Comité de Finanzas recomienda que:
Ya se ha publicado y enviado a las iglesias miembros el informe financiero de 1999. Las cuentas arrojaron un total de ingresos de 32.058.000 de francos suizos, gastos totales más las transferencias por valor de 31.164.000 francos suizos y un resultado positivo de 894.000 francos suizos, obtenidos tras unos beneficios excepcionales no realizados de la cartera de inversiones en el último trimestre del año.
Se pidió al personal que proporcionara una información más clara respecto de los beneficios realizados y no realizados cuando preparara la información relativa a la gestión financiera para los órganos rectores.
El Comité de Finanzas recomienda que:
El Informe financiero del Comité Ejecutivo se congratula especialmente de los resultados de las inversiones, que incluían pérdidas no realizadas que produjeron una oscilación negativa de 2.830.000 francos suizos que al final produjo un déficit de 751.00 francos suizos. Este déficit proviene de la diferencia entre un ingreso total de 24.853.000 francos suizos y gastos, incluidas las transferencias, por valor de 25.604.000 francos suizos.
Debe destacarse el carácter preliminar de estos resultados, lo que significa que puede haber cambios debido al cierre de las cuentas, la auditoría y la aplicación de la norma 19 de Contabilidad Internacional, que trata de la posibilidad de que el Consejo tenga que rendir cuentas al Fondo de Pensiones.
El Comité de Finanzas señaló que los gastos totales del año 2000 estuvieron notablemente próximos al presupuesto original. Examinó también los ingresos derivados de las inversiones así como las variaciones que se producen de un año para otro. El Consejo tiene que enfrentar la dificultad que resulta de esas oscilaciones. Se pidió al personal que en el futuro preparara un estado de los resultados de dos años en comparación con el presupuesto.
El Comité de Finanzas recomienda que:
El presupuesto para 2001 prevé un total de ingresos de 26.302.000 francos suizos y un total de gastos, tras las transferencias, de 27.802.000 francos suizos, que producirá un déficit presupuestario de 1.500.000 francos suizos. Se ha logrado una reducción considerable de los gastos presupuestados desde que se presentó el primer presupuesto al Comité Ejecutivo, pero todavía hay que conseguir una nueva reducción de 440.000 francos suizos para conseguir el objetivo de que el déficit no sea superior a 1.500.000 francos suizos. En esa situación, todo posible aumento de los ingresos que exceda de 26.302.000 francos suizos deberá dedicarse a reducir el déficit presupuestado.
En términos de ingresos derivados de contribuciones, el Consejo se ha hallado en situaciones en que los contribuyentes no advirtieron con tiempo de que reducían las contribuciones que habían prometido firmemente. Se observa además una tendencia notable a pasar a los fondos de actividades los que deberían haber ido a parar al fondo de operaciones. Esta es la razón de que el Comité no proponga un aumento de las contribuciones designadas en el presupuesto presentado.
Como el Consejo Mundial de Iglesias es una comunidad de esperanza que tiene en su haber algunos años buenos, cabe esperar que mejoren los ingresos en el futuro, en parte procedentes de nuevas fuentes. Ahora bien, hasta entonces esta situación hace prever de dos a tres años difíciles. La reserva general se mantendrá a un nivel aproximado de 4,7 millones de francos suizos a comienzos de 2001. La reservas de inversión que se utilizaron en 2000 se habían constituido a partir de buenos rendimientos de años anteriores. Aunque aceptar un déficit presupuestario para 2001 de 1.500.000 francos suizos parece arriesgado, a la larga esa situación es sostenible. Cualquier otra medida podría contribuir a que el personal pierda la motivación y a impedir que el Consejo trabaje con eficacia.
El Comité de Finanzas recomienda que:
El plan previsto para los años 2002 a 2004 se comparó con el resultado preliminar de 2000 y el presupuesto previsto para 2001. Esas previsiones pusieron de manifiesto la necesidad de obtener aumentos en los ingresos con el fin de restablecer la estabilidad financiera del Consejo, a pesar de que estos ingresos únicamente podrán materializarse en un período de tres a cinco años, en el mejor de los casos. Esa estabilidad se basa en parte en lograr un porcentaje del 66% en costos de personal en relación con los gastos totales de operaciones.
Se discutió la campaña relativa a las contribuciones de los miembros y se reiteró el punto de que todos los miembros deberían ser capaces de contribuir como mínimo con 1.000 francos suizos. Se señaló que los debates acerca de los ingresos de los miembros debían tener en cuenta los valores relativos de las monedas en los diferentes contextos y situaciones financieras.
La frecuencia de las reuniones del Comité Central ha pasado inadvertidamente a ser un acontecimiento anual de 2001 a 2004, lo que impone una carga insoportable a la situación financiera del Consejo Mundial de Iglesias.
Uno de los medios de reducir los costos de personal es recurrir a una moratoria de contratación, ahora bien, hay que tener cuidado al utilizar este instrumento ya que ha de tener efectos desfavorables sobre la carga de trabajo y la motivación del personal. Otro instrumento es el destacamento del personal, que debería aplicarse frecuentemente, sobre todo en los años próximos a una Asamblea.
El desplazamiento del trabajo fuera de Ginebra, como el actual Programa VIH/SIDA, la Revista Contact, el Programa sobre el Cambio Climático y el Programa de los Discapacitados, debería continuar ya que podría beneficiar además a las iglesias miembros al proporcionarles un acceso más directo a las actividades programáticas del Consejo.
El Comité de Finanzas recomienda que:
Los fines inmediatos de movilización de ingresos son estabilizar las contribuciones designadas, aumentar los ingresos obtenidos de los miembros y los fondos no designados, y buscar nuevas fuentes de ingresos procedentes de fondos en fideicomiso y de donaciones proyectadas. Dado que la elaboración de esta estrategia se encuentra en sus primeras fases, sólo se puede hablar con relativa confianza del éxito de estas iniciativas, por lo que hay que abstenerse de formular estimaciones en firme en el momento presente. Este problema se presenta a todas las iglesias miembros y más concretamente a las representadas en los órganos rectores y asesores. Elevar el perfil del Consejo Mundial de Iglesias es parte fundamental de esa tarea.
La formulación de la estrategia a largo plazo llevará algún tiempo. Sin embargo, el ámbito mundial, la dedicación y la representación en la base ofrecen la oportunidad de presentar al Consejo como una oportunidad excepcional de financiación. Cada vez es mayor el número de fondos disponibles -- sobre todo fondos de dotación. Hay que conseguir que las partes atractivas de la labor del Consejo se correspondan con esos fondos.
Campaña de contribuciones de miembros: Esta indispensable labor emprendida en cooperación con el Equipo de Relaciones con las Iglesias y la Comunidad Ecuménica ha progresado mucho. En Europa y en los EE.UU. han empezado los debates regionales. Ya se ha iniciado la campaña de remisión de cartas en Europa, y la cuestión se ha debatido en la mayor parte de las reuniones regionales del Comité Central. Se propone la creación de grupos regionales de asesoramiento, que podrían estar constituidos por una combinación de dirigentes eclesiásticos y personas responsables de las decisiones financieras.
Ingresos designados: Si se logra mantener el nivel actual de ingresos designados, se habrá conseguido un éxito.
Nuevas fuentes de ingresos: El Consejo Mundial de Iglesias debe ponerse en situación de beneficiarse de los posibles traspasos de sumas considerables de una generación a otra, una parte considerable de las cuales se espera que vaya a parar a organizaciones y fundaciones benéficas. El Consejo Mundial de Iglesias debería capitalizar el deseo de la gente de "dar algo a cambio".
El Grupo de los Cinco: El concepto del "Grupo de los Cinco" trata de concentrar el perfil del Consejo en torno a un número de puntos focales manejable. Con ese fin, es necesario determinar cinco de esos focos que pueda realzar el Consejo con miras a atraer fondos. El Comité de Finanzas invitó al Comité del Programa a iniciar el debate sobre la elección de ejemplos programáticos para el "grupo de los cinco".
Responsabilidad social: Muchas organizaciones tratan de asumir alguna forma de responsabilidad social. Sin embargo, el Consejo debe cuidar de no verse asociado por descuido con ese concepto, por lo que ha de averiguar si esa medida sería compatible con su misión y objetivos. Esta nueva fuente de fondos debería examinarse más detenidamente, y a este respecto debería presentarse al Comité Ejecutivo una propuesta formal.
El Comité de Finanzas recomienda que:
A raíz de una recomendación del Comité Ejecutivo, el CMI pidió a los consultores del Fondo de Pensiones, KPMG, que emprendieran un estudio de la viabilidad de hacer del actual plan de beneficios definidos un plan de contribuciones definidas. El estudio subrayaba que la estructura de edades de la organización superaba considerablemente la media de las organizaciones comparables. Se llegó a la conclusión de que no había motivo para impedir al Consejo pasar a un plan de contribuciones definidas. El Consejo debería tratar de garantizar los beneficios derivados del plan actual para las personas próximas a la jubilación. Por otra parte debería examinar los demás casos para confirmar que en el momento de transición, no quedara nadie en situación de desventaja debido a los cambios propuestos. Entre las ventajas del plan propuesto, los empleados jóvenes y los que se hallan a mitad de la carrera es probable que vean una mejora en sus beneficios de jubilación. Además mejorará la transparencia de la determinación del capital que puede retirar cada empleado. Con respecto al Consejo, ese plan disminuye los riesgos financieros derivados del actual plan de beneficios definidos, limitándolos al beneficio del 4% obligatorio del capital desembolsado por los contribuyentes al plan de conformidad con la ley suiza.
Las propuestas de cambio del plan de pensiones se deben discutir con el personal y con la dirección del fondo de pensiones. A la vez que limita los riesgos derivados del plan actual, el Consejo debe mantener condiciones atractivas para el personal con el fin de atraer y retener personal joven.
El Comité de Finanzas recomienda que:
El sistema de sueldos del Consejo Mundial de Iglesias fue designado hace muchos años y no ha sido objeto de una revisión a pesar de los cambios estructurales que ha sufrido la Organización y de las variaciones de la remuneración de la localidad.
Las condiciones financieras hacen que la asignación presupuestaria de gastos de personal en 2001 ascienda a 20,8 millones de francos suizos, (incluido equipo básico de personal y otro personal), todo esto en un ambiente de reducción de 440.000 francos suizos que todavía hay que conseguir con objeto de permanecer dentro de los límites de un déficit de 1,5 millones de francos suizos.
Un reducido grupo de personal ha venido trabajando sobre las propuestas de cambio en consulta con el Grupo Representativo del Personal.
Las propuestas tratan de poner orden en la amplia gama de grados existentes entre las categorías revisadas del personal de servicios generales, personal técnico, personal administrativo, personal ejecutivo y dirección del Consejo, con un número limitado de grados en cada categoría.
Aún cuando se mantendrán los aumentos por costo de la vida, los distintos salarios estarán en función con las responsabilidades y solo se revisarán como resultado de una modificación de esas responsabilidades.
El Comité financiero recomienda que:
El Consejo está cambiando su actual sistema de presupuesto, contabilidad y presentación de informes por un sistema de costos basados en las actividades. El nuevo sistema tendrá la ventaja de armonizar la planificación del trabajo, la presupuestación y la presentación de informes, de mejorar la adopción de decisiones mediante una mayor transparencia respecto del costo total de las distintas actividades principales del Consejo. También será posible identificar con mayor claridad las actividades financiadas insuficientemente o en exceso para permitir un reajuste de las prioridades de movilización de ingresos.
Paralelamente a las ventajas, hay que señalar una serie de posibles problemas. Algunos organismos continuarán designando fondos a un nivel muy fraccionado y es posible que no acepten la asignación de un porcentaje con fines de administración. Puede producirse una disminución de la capacidad del Consejo para negociar con los donantes el traspaso de fondos entre actividades si no se les avisa con tiempo suficiente. Cargar la totalidad de los costos a cada actividad puede producir situaciones de aparente precio excesivo.
El Comité de Finanzas recomienda que:
Se ha realizado un estudio interno para determinar si el Consejo Mundial de Iglesias debe considerarse a sí mismo como una organización "de información" y adaptar su sistema y estilo de trabajo a fin de facilitarle ese objetivo. El estudio ha determinado que existe una información considerable en el Consejo Mundial de Iglesias de importancia capital, pero que no está organizada en la forma más eficaz para su archivo estructurado y acceso general. El estudio comprende más de 25 entrevistas con personal de todas las categorías del Consejo. El personal ha indicado un deseo de compartir conocimientos, pero también ha manifestado que existen dificultades para hacerlo, bien como resultado de la falta de las aptitudes necesarias o de instrumentos tecnológicos. El principal problema no es el de la tecnología, sino más bien el de la "cultura" de la Organización, lo que no favorece la posibilidad de utilizar al máximo la tecnología existente.
Los dos cargos en el Consejo que son necesarios para que éste continué su labor son el de director de tecnologías de la información que se espera proveer en un próximo futuro, y el de WEB Master, que actualmente presta sus servicios en virtud de un contrato.
Además de abordar la cuestión de las necesidades de comunicación internas, debe asignarse una elevada prioridad a la posibilidad de que las iglesias miembros tengan acceso. Una forma de medir el éxito sería verificar el número de personas que es improbable que lleguen a la red y lo hacen, y con qué frecuencia se produce este caso. Para ello es necesario que el sitio en la red sea atractivo para el "feligrés ordinario" así como para la organización de una iglesia.
La constitución de los archivos también se ha considerado urgente en el Consejo. Dadas las actuales limitaciones financieras, el objetivo primordial es evitar una mayor deterioración y obsolescencia de los archivos en general.
El Comité de Finanzas recomienda que:
Se presentó un breve informe sobre la situación del proyecto de restauración del Instituto de Bossey. Se hizo mención específica a un "préstamo de construcción" a tipos favorables de interés obtenido de la Banque Cantonale Vaudoise para financiar una gran parte de los gastos del proyecto.
El proyecto de restauración exigirá la revisión amplia de las orientaciones del Instituto con miras a relanzarlo como un instituto de estudios ecuménicos superiores una vez terminado el proyecto.
El Comité de Finanzas recomienda que:
2. Informe financiero correspondiente al año 1999
3. Resultados financieros preliminares -- Año 2000
4. Presupuesto para el año 2001
5. Perspectivas Financieras para los años 2002 a 2004
6. Estrategia de movilización de ingresos
7. Estudio del fondo de pensiones
8. Estudio sobre compensación y remuneración
9. Costos basados en las Actividades
10. Gestión de los conocimientos
11. Restauración del Instituto de Bossey