Consejo Mundial de Iglesias
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COMITÉ CENTRAL 1999 No. 11
LA PROTECCION A LOS NIÑOS EN CONFLICTOS ARMADOS |
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Esta resolución fue presentada el sábado 28 de agosto por el Dr. Olara A. Otunnu, de Uganda, ante el Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), que se reúne en Ginebra hasta el próximo día 3 de septiembre. El Dr. Otunnu es el representante especial para Niños y Conflictos Armados del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan. Una constante de la intervención del representante de Naciones Unidas fue la llamada a tomar medidas concretas. Celebró desde el inicio de su intervención que el Consejo General de Naciones Unidas, reunido el pasado jueves 25 de agosto en Nueva York, dedicara una sesión a discutir la explotación de los niños en los conflictos armados, adoptando la citada resolución 1261 que toma medidas concretas y abre por primera vez la puerta a la protección de los niños, afirmándose en la resolución la "gravedad del impacto de los conflictos armados sobre los niños y las consecuencias a largo plazo para una paz, seguridad y desarrollo sostenibles". Entre las medidas a tomar el Dr. Otunnu insistió en el gran papel que puede y debe jugar la fuerza del CMI y de las iglesias. Entre otras medidas señaló: 1) la comunidad internacional, y dentro de ella el CMI, debe ejercer toda su influencia a favor de los niños; 2) hay que fortalecer el sistema de valores tradicionales; 3) hay que considerar a los niños como "zona de paz" para prevenir y evitar sus sufrimientos en medio de los conflictos. Esto para exigir a las partes en conflicto: acceso a las personas afectadas, no intervenir en el reparto de alimentos, no atacar escuelas u hospitales, rechazar del uso de minas antipersonales y sacar a los niños de los ejércitos. El Dr. Otunnu fue secretario general del movimiento de resistencia a Idi Amin, de la Unión para la Libertad de Uganda. Entre 1980-85 sirvió a la Representación Permanente de Uganda ante Naciones Unidas e incluso fue presidente del Consejo de Seguridad en 1981. A finales de los 80 fue Ministro de Asuntos Exteriores de Uganda y tuvo un papel muy activo en las conversaciones de paz. El Dr. Otunnu es reconocido por su contribución en actividades relacionadas a nivel internacional con paz y seguridad, previsión de conflictos, desarrollo y derechos humanos también fue miembro del Club de Roma y presidente de la Academia Internacional para la Paz de 1990 a 1998. En el plenario sobre Africa que se realizó en el marco del Comité Central, se prestó especial atención al representante de Naciones Unidas. El Dr. Otunnu subrayó con énfasis la tragedia que representa, en una época de tanto progreso, la capacidad que tenemos para tolerar la injusticia y la destrucción de comunidades enteras en busca de poder o de afirmación de identidad. En esta tragedia los más afectados y las víctimas de los excesos son los menos culpables y los menos capaces para defenderse: los niños. El Dr. Otunnu habló con cifras: en los últimos diez años han muerto 2 millones de niños , 1 millón quedaron huérfanos, 6 millones mutilados y 10 millones con traumatismo psicológico profundo. Las terribles cifras son causadas, según en el representane especial para Niños y Conflictos Armados, por un cambio cualitativo en la naturaleza de la guerra, que marca una tendencia hacia un tipo de guerra en la que predomina la lucha de vecinos contra vecinos: "La comunidad enemiga está próxima-dijo-, los limites tradicionales han cambiado". Mientras que en la primera guerra mundial sólo el 5% de las víctimas fueron civiles, en las guerras de hoy el 90% de las víctimas son civiles y los niños se convierten en instrumentos de la guerra. También argumentó sobre la crisis de valores y el vacio ético. "Mientras que en los últimos 50 años se han conseguido los mayores logros en numerosos intrumentos a favor de los derechos humanos, los niños no han sentido el impacto de esos instrumentos. Las palabras en el papel no pueden salvar a los niños ni a las mujeres en conflicto", afirmó el Dr. Otunnu. La intervención directa del representante de la ONU con las diversas partes en conflicto en numerosos países acreditan la valoración que este funcionario tiene de los "signos de esperanza" que vislumbra. "Es necesaria una renovación espiritual" afirmó, "pero también es necesario tener el coraje de utilizar los medios a nuestro alcance para evitar las desgracias. Vivimos en un mundo interdependiente y si queremos conseguir la realización de medidas concretas debemos ser conscientes de que están en nuestras manos y en las de nuestros gobernantes el comercio con muchos de esos países y el reconocimiento que necesitan", apuntó Otunnu. Además advirtió sobre el comercio de armas. El Dr. Otunnu, como lo hicieron los miembros del Comité Central del CMI en la mañana, también habló de la guerra como una causa principal y para combatirla subrayó que hay que acabar con las desigualdades estructurales y la marginación. Entre las razones no dejó de señalar la falta de una distribución justa de los recursos y la manipulación de la diversidad así como la necesidad de prácticas democráticas auténticas basadas en el derecho de la ley. Para esta voz ugandesa de Naciones Unidas se trata de asumir responsabilidades para que se adopten medidas políticas pero también de "el espíritu que permita eliminar la guerra. necesitamos el espíritu que dice al otro 'hermano', porque tu también eres un hijo de Dios". Con la celebración en Harare, Zimbawe, de la VIII Asamblea del CMI, se afirmó que la situación de los pueblos y las iglesias de África eran una prioridad para el CMI. El Comité Central del CMI ha ratificado este compromiso dedicando una jornada de trabajo a la problemática de África.
El Consejo Mundial de Iglesias es una comunidad de Iglesias, actualmente 338, procedentes de más de 100 paises de todos los continentes y de la mayor parte de las tradiciones cristianas. La Iglesia Católica Romana no es una iglesia miembro pero mantiene relaciones de cooperación con el CMI. El órgano rector supremo es la Asamblea, que se reúne aproximadamente cada sieta años. El CMI se constituyó oficialmente en 1948 en Amsterdam (Paises Bajos). Al frente del personal del CMI está su Secretario General, Konrad Raiser, de la Iglesia Evangélica de Alemania.
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