"En sus esfuerzos para apoyar la larga lucha de África por su liberación del colonialismo y contra el apartheid, el Consejo Mundial de Iglesias pudo contar con la orientación y la perspicacia de este hombre que, como presidente de los Estados de Primera Línea, inspiraba la lucha y le servía de ejemplo. Al expresar nuestro dolor por la pérdida de un amigo y mentor, y al hacer llegar a su familia y amigos nuestros sinceros pésames, damos gracias a Dios por su vida, y oramos por que su alma pueda descansar en paz eterna.

Julius Nyerere vivió una vida sencilla en armonía con su mensaje y los valores de verdad y justicia con los que él se identificaba. Incorruptible y digno de total confianza, su vida y su trabajo dieron un ejemplo de integridad que fue una interpelación constante para su país y su pueblo, así como para el resto de África y el mundo.

En muchos sentidos, Nyerere fue la conciencia de África. Su renuncia voluntaria como presidente de Tanzanía es una prueba de ello, aunque podríamos citar muchos otros ejemplos.

Nyerere fue un hombre con extraordinarios recursos intelectuales y morales. Durante su larga lucha por la descolonización de las colonias portuguesas y de Rhodesia del Sur, así como en su batalla contra el apartheid en Namibia y Sudáfrica, colocó sus competencias al servicio de la resistencia y las luchas de liberación. Un ejemplo concreto de su compromiso fue el recibimiento que dio Tanzanía a los refugiados de las colonias portuguesas y de Sudáfrica, poniendo especialmente a su disposición tierras y recursos para desarrollo y educación que permitieran subvenir a sus necesidades.

Durante esos años, mediante su Programa de Lucha contra el Racismo (PLR), el CMI no sólo ofreció apoyo financiero para esos reasentamientos de refugiados, sino que solía consultar a Nyerere para poder inspirarse en su sabiduría y experiencia. En sus trabajos en favor de la justicia, la paz, el desarrollo, los derechos humanos y la libertad, el CMI se dejó guiar por sus palabras: "Si la iglesia no es parte integrante de nuestra pobreza y de nuestra lucha contra la pobreza y la injusticia, no es parte integrante de nuestra vida".

Para el Rev. Sam Kobia de Kenya, director del Sector de Estudio y Acción del CMI, "el mundo debería emular su vida sin ostentaciones, y África debería honrarlo prosiguiendo sus esfuerzos por la unidad y la paz".

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