El llamamiento ha sido respaldado por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Conferencia de Iglesias Europeas (KEK), la Federación Luterana Mundial (FLM), la Alianza Reformada Mundial (ARM), el Consejo Metodista Mundial (CMM), la Alianza Bautista Mundial (ABM) y la Comunión Anglicana.

El texto del llamamiento de Pascua ha sido firmado por Konrad Raiser (CMI), Keith Clements (KEK), Ishmael Noko (FLM), Milan Opocensky (ARM), Joe Hale (CMM), Denton Lotz(ABM), y John L. Peterson (Comunión Anglicana):

"En este período de Pascua, los cristianos de todo el mundo comparten el profundo dolor de todos los que se encuentran atrapados en tragedias como la de Kosovo. Nuestro corazón late al ritmo de todos los que sufren las terribles consecuencias de la violencia que se inflige hoy a los hijos de Dios en este región y en muchas otras partes del mundo. Lamentamos la falta de imaginación, de voluntad colectiva y de espíritu humanitario, patente en la incapacidad para resolver las causas del conflicto por medios pacíficos. Recordando de nuevo el sacrificio de Jesucristo, proclamado por los profetas como el Mesías, el Príncipe de Paz, constatamos con pesar que todavía no hemos sido capaces de superar la inclinación a tomar las armas en los momentos de incertidumbre y de temor.

Kosovo no es sino una de las muchas regiones del mundo asoladas hoy por los conflictos, en los que los seres humanos toman las armas unos contra otros por miedo, odio o desesperanza. Muchas de esas guerras son guerras que pasan prácticamente desapercibidas para el resto del mundo y algunas de ellas se han cobrado un tributo todavía mayor que el que hoy se inflige a los Balcanes. En este período de Pascua, oramos por todos aquellos que sufren los estragos de la guerra, en Yugoslavia y en otras partes del mundo.

Los dirigentes de las iglesias occidentales y orientales, y los líderes de otras religiones han hecho llamamientos en los últimos días en favor del uso de la razón, del cese de esos actos de violencia y de una solución negociada del conflicto. Por desgracia, sus voces siguen sin escucharse en medio de las acusaciones de uno y otro bando, en medio del estallido de bombas, de minas terrestres y de tiroteos.

Uno de esos dirigentes, Su Santidad, el Patriarca Ecuménico Bartolomeo, resumió la esencia de su llamamiento en favor de la paz el 29 de marzo de 1999 con estas palabras:

'En nombre de Dios, que ama a la humanidad, en nombre de la raza humana, en nombre de la civilización, en este período de festividad religiosa para los musulmanes, de Pascua para los católicos romanos y los protestantes, de Pascua judía y de Pascua para los ortodoxos, me arrodillo para implorar desde mi atormentado corazón a todos los dirigentes gubernamentales, comandantes militares y todos los que hoy han tomado las armas en el mundo, que cesen el fuego sin más demora y para siempre. Hago un llamamiento a la indulgencia y el entendimiento recíprocos para resolver pacíficamente sus litigios regionales, internacionales y mundiales, a fin de que el Dios de paz y misericordia los bendiga a ellos y a todos los pueblos.'