En su gira por cuatro países de la región, acompaña a Raiser una delegación de dirigentes ecuménicos, de los cuales, el Dr. Walter Altmann, presidente del Consejo Latinoamericano de Iglesias, y el Rev. Carlos Emilio Ham, presidente de la Conferencia de Iglesias del Caribe. La salida de la delegación en dirección a Haití está prevista para el 14 de octubre.

Durante su visita a Matanzas, Raiser pudo conversar con los estudiantes y profesores del Seminario y se enteró de que el Seminario conoce hoy un crecimiento sin precedentes. Según la Dra. Ofelia Ortega, rectora del seminario y ex miembro del personal del CMI, hay actualmente 127 estudiantes en el centro y otros 159 están estudiando en el marco del programa de extensión supervisado por los profesores del Seminario. Ortega, pastora presbiteriana que actualmente desempeña el cargo de moderadora de la Comisión de Educación del CMI, dijo que hay una lista de espera de futuros estudiantes.

Es un gran cambio en relación con 20 años atrás cuando sólo había seis estudiantes, dos de los cuales venían de África. Sin embargo, durante los años 1970 y 1980, aunque no había muchos estudiantes cubanos, el Seminario proporcionaba un espacio seguro de reunión para militantes de todo el continente latinoamericano que, debido al "espectro de la dictadura", no podían sentirse en seguridad en el propio país para hablar de las luchas por los derechos humanos y la justicia económica.

Actualmente las cosas han cambiado en el Seminario, no sólo por lo que respecta a las cifras, sino también en cuanto al contenido de lo que los estudiantes aprenden. Las cuestiones de género, en un país que, a pesar de 40 años de revolución, sigue debatiéndose con el machismo, se tienen en cuenta en todos los aspectos de la vida del Seminario, y Ortega afirma que los estudiantes siguen el curso obligatorio de dos semestres de duración sobre teología y género. Por otro lado, en el Seminario se hace especial hincapié en desarrollar un estilo de culto específicamente cubano. " Nos esforzamos por que nuestra cultura cubana esté presente en la liturgia, los himnos que cantamos y escribimos, en nuestra forma de ser iglesia", dice Ortega. La delegación pudo conocer de cerca esta renovación litúrgica en un culto dirigido por los estudiantes en la capilla del Seminario.

La rectora explicó que el Seminario también participa, a su manera, en la vida de la comunidad. En efecto, estudiantes y miembros del cuerpo docente colaboran con grupos locales en Matanzas para organizar un programa educativo en favor de la higiene ambiental. "Colaboramos con la comunidad y con la sociedad civil como hasta ahora no se había hecho", dice Ortega, que añade que "estamos aprendiendo a ser una iglesia que no se quede confinada entre sus muros y se convierta en una iglesia comprometida en todos los aspectos, una iglesia plenamente cubana."

Acompañado de Altmann y Ham, Raiser participó en una charla de varias horas con estudiantes y profesores del Seminario. Los estudiantes interrogaron a los dirigentes ecuménicos acerca de numerosas cuestiones, desde el diálogo interreligioso hasta el Decenio Ecuménico de Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres (CMI) recientemente concluido. Los estudiantes también quisieron saber cuál era la posición del CMI en cuanto a las iglesias pentecostales, que representan un amplio sector de la comunidad eclesial cubana

Aunque reconoció que había existido en el pasado"una tendencia dentro de la comunidad ecuménica a reaccionar de forma defensiva ante el avance del testimonio pentecostal", Raiser señaló que actualmente" hay un reconocimiento cada vez mayor de que el pentecostalismo representa una expresión nueva y singular de la fe cristiana que no puede subsumirse simplemente dentro de la ética protestante general".

A su vez, Altmann afirmó que, frente al avance del pentecostalismo, muchas iglesias de la región habían respondido sea "asumiendo una actitud a la defensiva para con los pentecostales, sea tratando de imitarlos" para no perder su parte en el mercado religioso. Altmann recordó a los estudiantes la distinción que hace el teólogo peruano Bernardo Campos entre "pentecostalidad", que es la acción del Espíritu en nuestros tiempos, y pentecostalismo, expresión histórica e institucionalizada de esa acción.

Respondiendo a una pregunta sobre el embargo comercial de los Estados Unidos contra Cuba, Raiser dijo que el CMI y otros grupos ecuménicos "habían condenado inequívocamente" el embargo, a lo que añadió que las iniciativas más importantes en contra de las sanciones habían sido tomadas por las iglesias de Estados Unidos. "La lucha ha de hacerse y ganarse dentro del propio Estados Unidos", dijo Raiser añadiendo "y a la larga esa lucha vencerá por cuanto es un movimiento para cambiar la política estadounidense desde abajo".

En una animada discusión con 15 miembros del cuerpo docente del Seminario, Raiser preguntó a los profesores cómo explicaban ellos la rápida expansión de la iglesia en Cuba en los últimos años.

Francisco Rodes, pastor bautista y profesor de Historia de la Iglesia de América Latina, reconoció que se piensa en general que la razón principal de que las iglesias se hayan llenado es la difícil situación económica que se está viviendo en Cuba, pero advirtió que si bien es cierto que las iglesias cristianas de toda la isla están llenas, " existe un sentimiento de triunfalismo que puede hacer que nos sintamos excesivamente optimistas y que interpretemos erróneamente lo que ocurre en torno a nosotros. Debemos preguntarnos, si la situación volviera a la normalidad, ¿la gente se quedaría en las iglesias? Muchos de los que se afiliaron a las iglesias en esta década se han ido al cabo de dos o tres años." La iglesia debe replantearse la forma en que se enfoca la educación cristiana, con miras a evitar un "concepto superficial de la fe", señaló Rodes.

Raiser afirmó que le había gustado mucho hablar con los estudiantes acerca de los nuevos movimientos religiosos: "hoy se ha tomado conciencia de que nos dirigimos hacia un momento de la historia en que no se puede partir del supuesto de una hegemonía cristiana. A los jóvenes les interesa entender lo que está ocurriendo y establecer criterios sobre la forma de enfocar esas cuestiones. Todo eso es muy alentador".

Los miembros de la delegación afirmaron que se quedaron impresionados por el Seminario. "Hace mucho que oigo hablar del Seminario", dijo Raiser, "es uno de los principales lugares del mundo donde se reflexiona críticamente acerca de cuestiones teológicas y políticas."

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