Consejo Mundial de Iglesias
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El repliegue de Israel del Sur de Líbano es, según el CMI, |
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En una declaración pronunciada el 26 de mayo, el secretario general del CMI, Dr. Konrad Raiser dijo que "el CMI comparte el júbilo del pueblo libanés". Sin embargo, advirtió que "una paz global, justa y duradera sólo podrá alcanzarse si se aplican cabalmente todas las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas". Raiser expresó que apoya los esfuerzos de las Naciones Unidas para estabilizar la situación y prestar asistencia al Gobierno de Líbano en su empeño por garantizar el restablecimiento de su autoridad efectiva en el territorio". Raiser se congratuló de la liberación de los rehenes libaneses que estaban en manos de las fuerzas de seguridad israelíes en el Centro de Detención Khiam y del reasentamiento de las familias libanesas que habían sido expulsadas, pero reafirmó el "derecho a regresar a su tierra" de "los refugiados palestinos apátridas en Líbano". Raiser se encuentra actualmente en Líbano, participando en una reunión del Grupo Mixto de Trabajo de la Iglesia Católica Romana y el CMI. Como estaba previsto, se entrevistará, el 30 de mayo, con el presidente de Líbano, S.E. Sr. Emile Lahoud. Teniendo en cuenta las garantías dadas por el presidente Lahoud de que las autoridades libanesas comenzarán rápidamente la reconstrucción de la región, Raiser exhortó a las iglesias miembros del CMI a participar activamente en la reconstrucción de Líbano y en los esfuerzos en favor de la paz. A continuación transcribimos el texto completo de la declaración del secretario general del CMI: "El Consejo Mundial de Iglesias ha seguido muy de cerca la evolución de la situación en Líbano desde la invasión del país por Israel en 1978 que ocasionó la pérdida de gran cantidad de vidas humanas y una perdurable tragedia en la región. El Consejo expresó en varias ocasiones su preocupación por esa situación y exhortó a las partes en conflicto en Líbano a abandonar la violencia y establecer relaciones armoniosas en la comunidad para poder obrar juntos en favor de un Líbano unido y soberano comprometido con la justicia, el desarrollo y la paz de Oriente Medio. El Consejo Mundial de Iglesias comparte el júbilo del pueblo libanés ante el repliegue de las fuerzas de seguridad israelíes. Esta medida del Gobierno israelí es conforme al espíritu de las resoluciones 425 y 426 de las Naciones Unidas, cuya aplicación había exigido desde hace mucho tiempo el Consejo. Esperamos que este importante acontecimiento permita consolidar la unidad interna y el espíritu de cooperación en la población de Líbano, que ha sufrido tanto a causa de las persistentes tensiones y conflicto en la región, y oramos para que esto sea posible. La retirada de Israel de Líbano no aportará de por sí la estabilidad y la paz tan necesarias en la región, aunque pueda ser un paso en esa dirección. Una paz global, justa y duradera sólo podrá alcanzarse si se aplican cabalmente todas las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas. Es nuestra esperanza que la aplicación de las resoluciones 425 y 426 permita hacer avanzar lo que queda por cumplir del proceso de paz en Oriente Medio. El Consejo aprecia y apoya los esfuerzos de las Naciones Unidas para estabilizar la situación y prestar asistencia al Gobierno de Líbano en su empeño por garantizar el restablecimiento de su autoridad efectiva en el territorio del que las tropas de Israel acaban de retirarse. Durante el período de transición es fundamental que se salvaguarden las vidas y los bienes de la población civil de ambos lados de la frontera internacional. Con ese fin, todas las partes implicadas deberán actuar con ponderación y evitar el recurso a la violencia que puede dar lugar a una escalada de la tensión y el conflicto actuales. El Consejo Mundial de Iglesias se congratula de la liberación de los libaneses detenidos como rehenes por las fuerzas de seguridad israelíes. Por otra parte, aunque se alegra de la noticia del reasentamiento de las familias libanesas expulsadas, el Consejo expresa su preocupación por la suerte de los refugiados palestinos apátridas en Líbano y reafirma su derecho a regresar a su tierra. También nos sentimos estimulados por las garantías expresadas por el presidente de Líbano, Sr. Lahoud, de que las autoridades libanesas comenzarán rápidamente la reconstrucción de esa región devastada. Las iglesias miembros del Consejo han desempeñado un importante papel en relación con el conflicto de Oriente Medio. El Consejo está empeñado en permanecer solidario con sus iglesias miembros en la región, especialmente en Líbano, en su ministerio de reconstruir y establecer la paz y la reconciliación en el territorio de su país. El Consejo exhorta a sus iglesias miembros a participar activamente en la reconstrucción de Líbano así como en las iniciativas de paz. La Acción Conjunta de las Iglesias (ACT), organismo de socorros y de asistencia humanitaria patrocinado por el Consejo, se prepara a publicar una solicitud de fondos a este respecto."
El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una comunidad de 337 iglesias, procedentes de más de 100 países de todos los continentes y de la mayor parte de las tradiciones cristianas. La Iglesia Católica Romana no es una iglesia miembro pero mantiene relaciones de cooperación con el CMI. El órgano rector supremo es la Asamblea, que se reúne aproximadamente cada siete años. El CMI se constituyó oficialmente en 1948 en Amsterdam (Países Bajos). Al frente del personal del CMI está su Secretario General, Konrad Raiser, de la Iglesia Evangélica de Alemania.
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