Consejo Mundial de Iglesias
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Suiza |
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Dividido entre la esperanza y la preocupación,
Véase De Última Hora del CMI, No. 00-11, del 16 de mayo de 2000 |
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Aunque en su calidad de secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, Konrad Raiser ha visitado muchos países, para él, no existe otro país en el que las funciones del Estado se hayan reducido tanto como en Haití. Esto ha tenido como resultado que la sociedad, incluidas las iglesias, se ha visto obligada a organizarse por sí misma. La asombrosa eficacia con la que funcionan una multiplicidad de organismos e instituciones privadas, a pesar de los escasos recursos con los que cuentan, no es sino una prueba fehaciente de la vitalidad del pueblo haitiano. Por más modesto que haya sido el objetivo de su primera visita a Haití, dado que se trataba ante todo, y tras solicitud de la Federación Protestante de Haití, de ponerse en contacto con las iglesias del país, Konrad Raiser se felicita de haber podido aportar el apoyo del CMI, en este período de tanta inseguridad aunque también de tanta esperanza en vísperas de las elecciones legislativas del 21 de mayo, que, si se realizan en su debida forma, deberían permitir iniciar un proceso de restablecimiento de las instituciones democráticas en Haití. Tanto en su entrevista con el primer ministro Jacques-Edouard Alexis, como en la que mantuvo con los líderes de la oposición, Konrad Raiser se hizo eco de la creciente preocupación de las iglesias haitianas ante la crisis económica, social y política que ha dejado al pueblo haitiano en una situación desesperada. En un clima de enfrentamiento político y de violencia más grave que nunca, Konrad Raiser ha instado a los líderes políticos a superar sus luchas partidistas y a pensar ante todo en los intereses del pueblo. Reiterando su apoyo a las iglesias de ese país, Konrad Raiser insistió en que, sin estabilidad política, no será posible restablecer la confianza del pueblo en sus autoridades, ni desbloquear la ayuda internacional, que es vital para el funcionamiento del país. Esta visita a Haití ha permitido también a la delegación del CMI hacer propuestas muy concretas a las iglesias haitianas. Cabe mencionar como ejemplo el hecho de que la Federación de Escuelas Protestantes de Haití se ve confrontada con un enorme problema: la falta de formación de muchos de sus maestros. En este país, que se caracteriza por su elevado índice de analfabetismo, muchos de los maestros carecen de la debida formación. Iglesias de Asia, de África o del Pacífico, que también tienen una importante función en la educación nacional, podrían aportar su experiencia a las iglesias de Haití. Konrad Raiser espera poder poner en contacto esas diferentes instituciones eclesiales. Y es muy probable que el equipo especializado en cuestiones de educación del Consejo Mundial de Iglesias visite próximamente a las iglesias de Haití para elaborar con ellas una estrategia que les permita aprovechar la experiencia y los modelos que ya han puesto a prueba otras iglesias en el mundo. También es posible que el CMI proponga a las iglesias haitianas una evaluación de sus proyectos de desarrollo en el país. Las iniciativas a ese respecto son muy numerosas, pero tan fragmentadas que las organizaciones de cooperación y los donantes suelen no saber a quién confiar un proyecto y cuál debe ser su envergadura. Siguiendo el ejemplo de lo que se hace en otros países, el CMI propone que se elija un organismo bien estructurado en el país que pueda servir de contacto para las organizaciones de cooperación ecuménicas. Por su apoyo a las iglesias haitianas en su lucha cívica por una mayor justicia y paz social, por su propuesta de intercambio de experiencias concretas entre las iglesias del mundo y por su apoyo en el aspecto organizativo, la visita de Konrad Raiser fue muy apreciada.
El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una comunidad de 337 iglesias, procedentes de más de 100 países de todos los continentes y de la mayor parte de las tradiciones cristianas. La Iglesia Católica Romana no es una iglesia miembro pero mantiene relaciones de cooperación con el CMI. El órgano rector supremo es la Asamblea, que se reúne aproximadamente cada siete años. El CMI se constituyó oficialmente en 1948 en Amsterdam (Países Bajos). Al frente del personal del CMI está su Secretario General, Konrad Raiser, de la Iglesia Evangélica de Alemania.
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