La confesión y arrepentimiento por ser incapaces, como iglesias cristianas, de recibir el cuerpo y la sangre de Cristo en la misma mesa es el tema principal de esta noche de vigilia.

Para ir a una comunión más plena en la fe y testimonio del Dios Trino y Uno, seguiremos a Jesús en su camino a través de la Pasión y resurrección según San Marcos 14-16. Al final de la procesión, compartiremos pan bendecido como señal de aquella unidad por la cual Jesús oró la noche antes de su muerte (Juan 17). La vigilia terminará con los maitines de resurrección por la mañana.

Sonido de tambores

Encuentro

Bienvenida

Himno  -- Die Nacht is vorgedrungen -- Jochen Klepper: Germany

Oración

Nos reunimos ante la cruz, Dios de misericordia
Nos reunimos como hijos tuyos ante la cruz
como el cuerpo roto de Cristo.

Nos volvemos a Ti, buscando que restaures nuestras divisiones
mirando a Jes·s que nos guía en la fe, el amor y la unidad.
Haz que volvamos, Dios de gracia y sonríenos
perdónanos cuando hacemos pedazos nuestra herencia
    y seguimos caminos separados.

Al mirar a aquel que soportó la cruz
al seguirle en esta noche en espera y arrepentimiento
te pedimos, Dios que te das a ti mismo:
vuélvenos a Ti y hacia nuestro prójimo,
hasta que seamos uno, como Tú eres Uno, bendita Trinidad ahora y siempre.
Amén.

Procesión de la palabra  -- Alleluia -- Tone 8: Kiev

Lectura del Evangelio   Marcos 14:12-25

El primer día de la fiesta de los panes Acimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: "¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?". El envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: '¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?'. El les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario". Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua.

Al atardecer, Jesús llegó con los Doce. Y mientras estaban comiendo, dijo: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará, uno que come conmigo". Ellos se entristecieron y comenzaron a preguntarle, uno tras otro: "¿Seré yo?". El les respondió: "Es uno de los Doce, uno que se sirve de la misma fuente que yo. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!".

Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen, esto es mi Cuerpo".äà Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. Y les dijo: "Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos. Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios".

Letanía

Todo está listo, Cristo Jesús.
Nos sentamos alrededor de tu mesa en esperanza
aguardando el momento en que
comamos y bebamos contigo.

Tus manos parten el pan
y lo entregas para que lo comamos
aún a aquellos de nosotros que te traicionamos.

Tomas las copas dando gracias,
la copa de nuestra salvación
la copa de la costosa sangre que derramaste.

Pero esperamos la Cena en mesas diferentes.
Cada cual te reclama como su invitado, pero no juntos.
No deseamos compartir un pan único.
No deseamos beber de una misma copa,
aún cuando es tu pan, aún cuando es tu copa.

¿Qué haremos mientras nos lamentamos?
¿Qué haremos mientras esperamos el día en que nos reunamos
unidos alrededor de tu mesa?
¿Qué haremos para prepararnos para Tu Cena?

Compartiremos el pan y la copa con aquellos que no tienen nada.
Nos reuniremos los del Norte y del Sur, los del Este y del Oeste,
pobres y ricos juntos en comunidad,
cada uno cuidando del otro, dando y recibiendo como señal de tu gracia.
Hasta presente al comer juntos, Cristo Jesús.
Amén.

ISSAND HALASTA  (Señor, ten piedad) de Ulmas Sisask, Estonia cantado por el coro.

Lectura del Evangelio   Marcos 14:27-31,26

Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos. Y Jesús les dijo: "Todos ustedes se van a escandalizar, porque dice la Escritura: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas. Pero después que yo resucite, iré antes que ustedes a Galilea". Pedro le dijo: "Aunque todos se escandalicen, yo no me escandalizaré". Jesús le respondió: "Te aseguro que hoy, esta misma noche, antes que cante el gallo por segunda vez, me habrás negado tres veces". Pero él insistía: "Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré". Y todos decían lo mismo.

Paciente Dios, perdónanos cuando con la excusa de serte fieles,
nos abandonamos los unos a los otros.
Acércanos unos a otros para que seamos fortalecidos en la hora del juicio.
Acércanos a Ti, para que cuando las cosas se pongan difíciles, podamos animarnos mutuamente por tu misericordia y tu amor, en Jesucristo.
Amén.

Cántico  -- Hwayana ya-Mwari! -- Emmanuel F. Kumbirai Ribeiro: Zimbabwe

Señal de los tambores

Lectura del evangelio   Marcos 14:32-42

Llegaron a una propiedad llamada Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: "Quédense aquí, mientras yo voy a orar". Después llevó con él a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir temor y a angustiarse. Después llevó con él a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir temor y a angustiarse. Entonces les dijo: "Mi alma siente una tristeza de muerte. Quédense aquí velando". Y adelantándose un poco, se postró en tierra y rogaba que, de ser posible, no tuviera que pasar por esa hora. Y decía: "Abba -Padre- todo te es posible: aleja de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya". Después volvió y encontró a sus discípulos dormidos. Y Jesús dijo a Pedro: "Simón, ¿duermes? ¿No has podido quedarte despierto ni siquiera una hora? Permanezcan despiertos y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil". Luego se alejó nuevamente y oró, repitiendo las mismas palabras. Al regresar, los encontró otra vez dormidos, porque sus ojos se cerraban de sueño, y no sabían qué responderle. Volvió por tercera vez y les dijo: "Ahora pueden dormir y descansar. Esto se acabó. Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya se acerca el que me va a entregar".

Abba, para Ti todas las cosas son posibles
enséñanos a mantenernos despiertos contigo,
enséñanos a orar,
enséñanos a orar juntos.
Amén.

A continuación se nos invita a formar pequeños grupos y orar juntos. Se puede orar en su propio idioma o en silencio. Oremos unos por otros. Oremos por la unidad de todos los cristianos.

Señal de los tambores

Lectura del evangelio   Marcos 14:43-52

Jesús estaba hablando todavía, cuando se presentó Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, enviado por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado esta señal: "Es aquel a quien voy a besar. Deténganlo y llévenlo bien custodiado". Apenas llegó, se le acercó y le dijo: "Maestro", y lo besó. Los otros se abalanzaron sobre él y lo arrestaron. Uno de los que estaban allí sacó la espada e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja. Jesús les dijo: "Como si fuera un bandido, han salido a arrestarme con espadas y palos. Todos los días estaba entre ustedes enseñando en el Templo y no me arrestaron. Pero esto sucede para que se cumplan las Escrituras".

Entonces todos lo abandonaron y huyeron. Lo seguía un joven, envuelto solamente con una sábana, y lo sujetaron; pero él, dejando la sábana, se escapó desnudo.

Misericordioso Dios,
    que nos amas aún cuando te traicionamos,
    que nos amas aún cuando te traicionamos con un beso:
cámbianos para que ya no nos traicionemos unos a otros,
cámbianos y vuélvenos a Ti para que podamos perdonar
   cuando somos traicionados.
Amén.

En silencio, traigamos a la presencia de Dios, aquellos momentos no redimidos de traición que continúanseparándonos, y oremos por el arrepentimiento y el perdón que llevan a la reconciliación.

Cántico -- Senzenina -- traditional Xhosa and Zulu: South Africa

Señal de tambores

Lectura del evangelio   Marcos 14:53-65

Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y allí se reunieron todos los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas. Pedro lo había seguido de lejos hasta el interior del palacio del Sumo Sacerdote y estaba sentado con los servidores, calentándose junto al fuego. Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un testimonio contra Jesús, para poder condenarlo a muerte, pero no lo encontraban. Porque se presentaron muchos con falsas acusaciones contra él, pero sus testimonios no concordaban. Algunos declaraban falsamente contra Jesús: "Nosotros lo hemos oído decir: 'Yo destruiré este Templo hecho por la mano del hombre, y en tres días volveré a construir otro que no será hecho por la mano del hombre'". Pero tampoco en esto concordaban sus declaraciones. El Sumo Sacerdote, poniéndose de pie ante la asamblea, interrogó a Jesús: "¿No respondes nada a lo que estos atestiguan contra ti?". El permanecía en silencio y no respondía nada. El Sumo Sacerdote lo interrogó nuevamente: "¿Eres el Mesías, el Hijo de Dios bendito?". Jesús respondió: "Sí, yo lo soy: y ustedes verán al Hijo del hombre sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir entre las nubes del cielo". Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras y exclamó: "¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes acaban de oír la blasfemia. ¿Qué les parece?". Y todos sentenciaron que merecía la muerte. Después algunos comenzaron a escupirlo y, tapándole el rostro, lo golpeaban, mientras le decían: "¡Profetiza!". Y también los servidores le daban bofetadas.

Cuando no escuchamos otra posición que no sea la nuestra,
cuando alzamos nuestra voz y acusamos injustamente,
cuando rasgamos nuestras vestiduras para evitar
   cualquier argumento contrario,
cámbianos Señor, para no caer en falso testimonio.
Cámbianos Señor, para que no sean nuestras caretas,
sino nuestros corazones quebrantados que te ofrezcamos.
Amén.

Escuchamos el sonido de las vestiduras que se rompen. Que este sonido nos recuerde aquellos momentos en los que nuestras palabras no dejaron escuchar nuestros argumentos.

Lectura del evangelio   Marcos 15: 1-15

En cuanto amaneció, los sumos sacerdotes se reunieron en Consejo con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín. Y después de atar a Jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Este lo interrogó: "¿Tú eres el rey de los judíos?". Jesús le respondió: "Tú lo dices". Los sumos sacerdotes multiplicaban las acusaciones contra él. Jesús estaba hablando todavía, cuando se presentó Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, enviado por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado esta señal: "Es aquel a quien voy a besar. Deténganlo y llévenlo bien custodiado". Apenas llegó, se le acercó y le dijo: "Maestro", y lo besó. Los otros se abalanzaron sobre él y lo arrestaron. Uno de los que estaban allí sacó la espada e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja. Jesús les dijo: "Como si fuera un bandido, han salido a arrestarme con espadas y palos. Todos los días estaba entre ustedes enseñando en el Templo y no me arrestaron. Pero esto sucede para que se cumplan las Escrituras". Entonces todos lo abandonaron y huyeron. Lo seguía un joven, envuelto solamente con una sábana, y lo sujetaron; pero él, dejando la sábana, se escapó desnudo. acostumbrado. Pilato les dijo: "¿Quieren que les ponga en libertad al rey de los judíos?". El sabía, en efecto, que los sumos sacerdotes lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la multitud a pedir la libertad de Barrabás. Pilato continuó diciendo: "¿Qué debo hacer, entonces, con el que ustedes llaman rey de los judíos?". Ellos gritaron de nuevo: "¡Crucifícalo!". Pilato les dijo: "¿Qué mal ha hecho?". Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: "¡Crucifícalo!". Pilato, para contentar a la multitud, les puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado.

Jesús, tú que fuiste injustamente condenado por Poncio Pilatos
fortalece a nuestros hermanos y hermanas
que sufren injusticia y persecución.  (África Central)
Cámbianos, Señor, de manera que nadie esté abandonado
a los poderes de este mundo.
Amén.

En el camino a la próxima estación, podemos caminar de a dos o tres y compartir en voz baja alguna experiencia de injusticia o sufrimiento. Después de escuchar esas historias, oramos por las personas, países y situaciones, mientras cantamos o caminamos en silencio.

Señal de tambores

Lectura del evangelio   Marcos 15:21-27

Como pasaba por allí Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que regresaba del campo, lo obligaron a llevar la cruz de Jesús. Y condujeron a Jesús a un lugar llamado Gólgota, que significa: "lugar del Cráneo". Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó. Después lo crucificaron. Los soldados se repartieron sus vestiduras, sorteándolas para ver qué le tocaba a cada uno. Ya mediaba la mañana cuando lo crucificaron. La inscripción que indicaba la causa de su condena decía: "El rey de los judíos". Con él crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda. también a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.

Vuélvenos a Ti, Jesús, para que no nos repartamos
    tus ropas entre nosotros
    decidiendo qué se llevaré cada uno.
Vuélvenos a Ti, Jesús, para que ya no crucifiquemos tu cuerpo,
    despedazándolo para nuestros propios propósitos.
No aceptes el vino y la mirra de nuestras auto-justificaciones
    hasta que consideremos todo como una pérdida
    ante el inapreciable valor de conocerte a Ti, Cristo Jesús.     (Fil 3:8)
Amén.

De camino a nuestra próxima estación honremos la cruz según nuestras costumbres.

Himno  -- When I survey the wondrous cross on which the Prince of glory died -- Issac Watts 1707: England

Himno  -- O Haupt voll Blut und Wunden -- Paul Gerhardt 1656: Germany

Señal de tambores

79 Lectura del evangelio   Marcos 15:28-32

Los que pasaban lo insultaban, movían la cabeza y decían: "¡Eh, tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, sálvate a ti mismo y baja de la cruz!". De la misma manera, los sumos sacerdotes y los escribas se burlaban y decían entre sí: "¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo! Es el Mesías, el rey de Israel, ¡que baje ahora de la cruz, para que veamos y creamos!". También lo insultaban los que habían sido crucificados con él.

Cámbianos, Señor,
   cuando caemos en la tentación de burlarnos unos de otros,
   cuando nos reímos de sueños y esperanzas de los demás,
   cuando rompemos la caña quebrada y apagamos la mecha
      que arde débilmente. (Is 42:3)
Cámbianos, Señor
hasta que conozcamos el gozo de ser primeros siendo últimos,
   y últimos siendo primeros,
hasta que lleguemos a vivir la verdad de que,
si perdemos nuestra vida por causa del evangelio, la ganaremos.
Amén.

Alguna vez se han burlado de nosotros. Alguna vez nos hemos burlado de otros. En silencio, mientras caminamos, pidamos al Señor que nos dé el camino y las palabras que nos restauren y una durante esta Asamblea y después también.

Señal de tambores

Lectura del evangelio   Marcos 15:33-39

Al mediodía, se oscureció toda la tierra hasta las tres de la tarde; y a esa hora, Jesús exclamó en alta voz: "Eloi, Eloi, lamá sabactani", que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: "Está llamando a Elías". Uno corrió a mojar una esponja en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña le dio de beber, diciendo: "Vamos a ver si Elías viene a bajarlo". Entonces Jesús, dando un gran grito, expiró. El velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Al verlo expirar así, el centurión que estaba frente a él, exclamó: "¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!".

Señor, rasga las cortinas que nos dividen,
rásgalas por completo.
Cámbianos hasta que veamos a tu hijo amado en el marginado.
Cámbianos hasta que ya no haya más marginados.
Amén.

Ahora podemos poner las velas alrededor de alguna de las cruces .

Señal de tambores

Lectura del evangelio   Marcos 15:40-47

Había también allí algunas mujeres que miraban de lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María, la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé, que seguían a Jesús y lo habían servido cuando estaba en Galilea; y muchas otras que habían subido con él a Jerusalén.

Era día de Preparación, es decir, víspera de sábado. Por eso, al atardecer, José de Arimatea -miembro notable del Sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios- tuvo la audacia de presentarse ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato se asombró de que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y le preguntó si hacía mucho que había muerto. Informado por el centurión, entregó el cadáver a José. Este compró una sábana, bajó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella y lo depositó en un sepulcro cavado en la roca. Después, hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de José, miraban dónde lo habían puesto.

Cuando nuestros esfuerzos para estar juntos
    están ensombrecidos por la sospecha y el miedo,
cuando los senderos parecen estar bloqueados por piedras inamovibles,
cámbianos, oh Dios, para que como aquellas mujeres podamos seguirte.
Lamentamos no haber conseguido aun la unidad.
Cámbianos hasta que descubramos tu poder que puede remover las piedras
Amén.

Litania

La cruz es el camino de vida para los perdidos.
La cruz es el bastón de los lisiados.

La cruz es la guía de los ciegos.
La cruz es la fortaleza de los débiles.

La cruz es la esperanza de los desesperanzados.
La cruz es la libertad de los esclavos.

La cruz es el agua de las semillas.
La cruz es el consuelo de los trabajadores encadenados.

La cruz es la fuente de aquellos que buscan agua.
La cruz es el vestido de los desnudos.

La cruz es la restauración de los quebrantados.
La cruz es la paz de la iglesia.
             (Himno africano del siglo X)

from Prayer Handbook 1989/98, Methodist Church in Great Britain and the General Committee of the Methodist Church in Ireland (General Purposes Commitee), Methodist Publishing House, 20 Ivatt Way, Peterburough PE3 7PG, England.

Lectura del evangelio   Juan 17

Después de hablar así, Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo: "Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera Vida eterna a todos los que tú les has dado. Esta es la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo. o te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. hora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera. Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos.

Eran tuyos y me los diste, y ellos fueron fieles a tu palabra. hora saben que todo lo que me has dado viene de ti, orque les comuniqué las palabras que tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste. o ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado. Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti. Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros. Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto. Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad. No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno -yo en ellos y tú en mí- para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste.

Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos reconocieron que tú me enviaste. Les di a conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos"

Bendición del pan

Oración de bendición

Oremos al Señor,
¡Señor Jesucristo, nuestro Dios! Así como bendijiste los cinco panes y pudiste satisfacer a cinco mil personas hambrientas en el desierto, te pedimos que ahora bendigas este pan y todos los frutos de la tierra; santifica a los fieles que participamos de ellos y permite que siempre haya suficiente, no sólo para nosotros aquí, sino para todo tu pueblo donde quiere se encuentre. Por que Tú eres , oh Cristo, nuestro Dios, quien bendice y santifica todas las cosas. A Ti sea la gloria, junto con el Padre eterno y el siempre Santo Espíritu dador de vida, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.

La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Y también contigo.

Himno durante el compartir

Oraciones durante la noche

Culto el la Octava Asamblea Octava Asamblea y Cincuenta aniversario