Lo más de 950 delegados se reunieron en la gran carpa que los acompañó en la adoración de cada día para celebrar juntos el fin de la Asamblea y el inicio del tiempo de Navidad.

En la celebración, tanto las recién electas vicemoderadoras, los presidentes y el nuevo Comité Central establecieron su comrpomiso de servicio en los próximos 7 años.

Por otro lado, el sermón estuvo a cargo del Rev. Emilio Castro quien por muchos años fuera el Secretario General del CMI. En su palabras llenas de emoción y espontaneidad el Dr. Castro hizo un ferviente llamado a la unidad.

Recordó con algunas anécdotas como el CMI siempre ha estado cerca de los necesitados, en solidaridad con los oprimidos, con los indígenas, con las Madres de la Plaza de Mayo.

"Si seguimos la vocación ecuménica es para anunciar la reconciliación con Cristo. Si llamamos a las gentes a la liberación, si queremos expresar solidaridad, si buscamos la unidad de la iglesia en la promesa de Dios, todo esto viene de Dios, no de nosotros", expresó.

La necesidad que hay en el mundo de proclamar a Jesucristo y de evangelizar fue una de las prioridades que marcó el Dr. Castro, que se requieren por parte de los participantes.

"La alegría no es un insulto para los hombres y las mujeres de la tierra que sufren si esa alegría es el asombroso asnuncio de una gracia que nos es dada a nosotros los más pequeños, cuando Jesucristo vienen a nuestro encuentro", concluyó.

En actitud de compromiso cada uno de los participinates encendió una vela mientras se cantó un himno de despedida y Navidad.

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