En sus palabras dirigidas a los más de 900 delegados que asisten al magno evento, el Dr. Mugabe agradeció profundamente la ayuda que el CMI ofreció a Zimbabwe a través del Programa de Lucha contra el Racismo, aprobado en Nottinghill, Inglaterra en octubre de 1969 y que cooperó para que el pueblo zimbabwense alcanzara su independencia.

"Ese fue un gesto de coraje con el que el Consejo prácticamente expresó su preferencia por los pobres al apoyar nuestra lucha contra el colonialismo racista", expresó.

Recordó parte de la historia del pueblo de Zimbabwe, el proceso de lucha por la liberación, así como la participación de muchos hombres comprometidos con la política y con la lucha quienes al mismo tiempo han sido pastores o predicadores laicos.

Por otro lado, reconoció el papel que la iglesia ha desempeñado en el desarrollo de la educación y la salud en Africa, así como en la época en que muchos de ellos se encontraban en la cárcel y era la iglesia la que se ocupaba de sus familiares.

"Quizás el reto de nuestros días sea darle a la iglesia el papel de promover la armonía, la justicia, y la asistencia social en nuestras sociedades", expresó el Dr. Mugabe.

El Presidente Mugabe señaló algunos de los factores que amenazan la sobrevivencia de su país como nación independiente, tal es el caso de la distribución desigual de recursos y del problema de la tierra. Zimbabwe todavía enfrenta la terrible situación de que 4000 terratenientes poseen la mitad de las tierras cultivables del país, mientras que 11 millones de zimbabwenses tienen que utilizar la otra mitad.

El Presidente de la nación africana describió la situación actual en que viven muchos países bajo el nuevo orden global que rige el mundo después de la caída del comunismo. "Vivimos en un mundo en que las naciones ricas ejercen su poder sobre las más pobres (...) Parece que hay una conspiración en contra de nuestras naciones pobres ", expresó.

"Creo que el CMI puede guiar el llamado de llevar al mundo a las metas humanas de edificar la imagen de Dios. También podemos confiar en el Consejo y las iglesias en el área de la prevención de conflictos, administración y resolución", añadió.

Por último el Dr. Mugabe mostró su preocupación por las condiciones morales y espirituales de la sociedad actual, de modo especial lo que se refiere a las familias, los padres y los hijos también expresó su esperanza en que la Asamblea del CMI intente establecer formas de dar fortaleza moral y espiritual.

"Trabajemos juntos ahora y por siempre en el futuro. La causa de la humanidad no puede ser una causas de gobiernos solos. Es nuestra causa unida. Espero que esta Asamblea fomente una mayor comprensión no sólo entre las denominaciones, sino también entre la iglesia y el estado", concluyó el Presidente Mugabe.

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