El documento EVC, es el resultado de un trabajo iniciado desde la Asamblea de Camberra y propone un análisis de la esencia y el papel del CMI conforme al proyecto original pero con la incorporación de nuevos enfoques desarrollados a lo largo de estos 50 años de la organización y a la luz de la situación contemporánea de las iglesias y el mundo. Durante la Asamblea, se discutirá el documento, que ya fue aprobado con anterioridad en el año 1997, durante la reunión del Comité Central del CMI.

En el cuarto día de Asamblea, los ortodoxos se mostraron sumamente sensibles ante el conflicto que enfrentan con el CMI desde hace algún tiempo y que ya ha traído como resultado la separación de la Iglesia Ortodoxa de Georgia. El Dr. Alfeyev también mencionó como dos problemas esenciales la ordenación de las mujeres así como el uso del lenguaje inclusivo, cuestiones que difieren mucho de la tradición ortodoxa y que el CMI adopta como modelo.

Por su parte, Anastasios, Arzobispo de Tirana y de toda Albania también expresó su descontento y confesó su preocupación por el hecho de no existir un entendimiento del problema. Reclamó al Consejo la necesidad de oír a los sin voz, que representan una minoría.

Como consecuencia del documento EVC, también se presentaron a la Asamblea una serie de propuestas para cambios constitucionales que podrían marcar pautas para el futuro de la organización. Una de las más polémicas es la posibilidad de que el Presidente del CMI sea electo por el Comité Central y no por la Asamblea. Al respecto, varios delegados reaccionaron con oposición pues se reduce el poder de la Asamblea.

Otra serie de propuestas para cambios institucionales se presentó ante los más de 900 participantes de la Asamblea, representantes de todas las regiones del mundo, quienes reaccionaron con múltiples criterios.

La posibilidad de crear un Foro de iglesias cristianas y organizaciones ecuménicas, es una de las propuestas que ha generado también controversias. El objetivo fundamental del foro sería el del diálogo y la cooperación entre los partícipes del movimiento ecuménico. Una de las preocupaciones que genera la creación del Foro es la posible duplicidad de dos organizaciones, así como los criterios de participación que se tendrán en cuenta.

Pocos minutos antes de terminar la sesión y después de frecuentes confrontaciones con los ortodoxos la Rev. Rose Hudson-Wilkin de la Iglesia de Inglaterra presentó un gran reto ante todos los participantes: "Estamos discutiendo si una iglesia es mejor que otra y cuestiones de poder. Acaso no podemos enfrentar a nuestros hermanos y hermanas con respeto. Seamos honestos y llamemos las cosas por su nombre. Si vamos a escucharnos mutuamente, no podemos hacerlo a distancia, sino lado a lado". Prolongados aplausos se escucharon en la sala al término de sus palabras, por lo que fue la intervención más apreciada de la Asamblea.

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