El culto, una fiesta de gozo y júbilo, recordó el camino recorrido por el CMI durante sus cincuenta años de trabajo, a través de sus anteriores Asambleas realizadas en Amsterdam, Evanston, Nueva Delhi, Uppsala, Nairobi, Vancouver y Camberra.

La celebración estuvo presidida por una cruz de madera tallada, que mide 4 metros y medio. La obra, confeccionada por David Guy Mutada, un artista local, tiene en su centro al continente africano, justo en el punto de unión de los brazos.

En el culto, el Rev. Enos Chomutiri, Presidente del Consejo de Iglesias de Zimbabwe, ofreció una calurosa bienvenida a los participantes y agradeció al Consejo Mundial de Iglesias el haber tomado la decisión de escoger al país africano como sede del evento. Al mismo tiempo, agradeció la ayuda ofrecida por el CMI durante el proceso de liberación y expresó sus expectativas de que la Asamblea se pronuncie con respecto a problemas tales como el de la deuda externa.

Un coro multiétnico de más de 80 voces, en su mayoría africanas, animó el servicio litúrgico que incluyó himnos de las más diversas tradiciones allí representadas.

Por su parte el Dr. Konrad Raiser, Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias, dio gracias a las iglesias de Zimbabwe por la acogida y por todos los esfuerzos realizados para la celebración de esta asamblea. "Al buscar a Dios en la alegría de la esperanza es que vemos un mensaje de esperanza para el pueblo de Zimbabwe. Que Dios bendiga a Zimbabwe y le de prosperidad", afirmó el Dr. Raiser.

Un vibrante sermón fue presentado por Eunice Santana, pastora de la Iglesia Discípulos de Cristo en Puerto Rico y una de las presidentas de la organización. En sus palabras la Rev. Santana hizo referencia a la situación que viven los pueblos, la que calificó de "alarmante", también hizo referencia a la expansión de la pobreza, así como a la situación de exclusión que viven tantas personas.

"Globalizar la solidaridad se ha convertido en la consigan de miles de personas que rehúsan aceptar que hemos llegado al fin de la historia y que con valor han asumido el reto de reescribir el libreto histórico que otros les quieren imponer", expresó Eunice Santana. Por otro lado, exhortó al Consejo Mundial de Iglesias a la práctica de la unidad, la solidaridad, la reconciliación y la restauración, así como a "ser canales para la sanidad, la reintegración a la comunidad de los excluidos y la liberación de todo tipo de opresión".

"Parecerá mucho, pero no tenemos otra opción", concluyó la Rev. Santana, quien presentó grandes desafíos ante esta 8va Asamblea.

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