Orden del día anotado
Segunda sesión
Los presentadores introducirán las siguientes cuestiones y dirigirán los
debates:
Fe y Constitución
Formación Teológica Ecuménica
2. ¿Qué significa la vocación ecuménica de la iglesia para la
formación teológica y la formación para el ministerio? La formación
teológica es un proceso hermenéutico, que trata de reintegrar la tradición
en el presente. ¿De qué manera puede ayudar a reunir todas las disciplinas para
funcionar como un todo orgánico? ¿De qué manera la vida sacramental de
la iglesia es pertinente para las múltiples necesidades de los cristianos, especialmente por
lo que respecta al sufrimiento y al alivio del sufrimiento? ¿De qué manera es
necesario cambiar la enseñanza de la teología y la formación para el
ministerio a fin de que la iglesia esté preparada para desempeñar esa tarea?
3. Cómo institución de formación ecuménica ¿qué
significa la FTE para el CMI, las iglesias y las escuelas de teología?
¿Cómo establecer un equilibrio entre el desafío ecuménico y la
adhesión incondicional a las denominaciones?
4. Problemas y promesas
3. Oramos
4. Oremos
Fe y Constitución
"Esta orientación principal del programa exige realizar una labor orientada hacia la
"koinonía" que se nos da y se expresa en la confesión común de la fe
apostólica, una vida sacramental en común a la que accedemos por un bautismo
único y que celebramos juntos en una sola comunidad eucarística: una vida en
común cuyos miembros y ministerios se reconocen y reconcilian mutuamente; y una
misión común como testigos del Evangelio de la gracia de Dios y al servicio de
toda
la creación." (Declaración de Canberra sobre "La Unidad de la Iglesia como
Koinonía: Don y Vocación").
"El trabajo encaminado a la consecución de ese objetivo comprende la búsqueda
de
perspectivas comunes entre los diversos enfoques teológicos. También debemos
reflexionar sobre la relación entre la comunión que buscamos en la fe, la vida y el
testimonio y la diversidad enriquecedora y necesaria en que se expresa y se vive esa
comunión."
Participación de los Laicos en una Comunidad sin
Exclusiones
"Esta sección ... se considera servidora de esa vocación a la unidad con justicia.
El
objetivo principal de la sección son los laicos y el fortalecimiento de su
participación
en la Iglesia. Tanto clérigos como laicos constituyen el laos tou Theou todo el
pueblo de Dios pero reconocemos que la relación entre ambas partes a menudo tiene
necesidad de la obra curativa de la unidad.
"Las diferencias, las distinciones y las divisiones, presentes no sólo en la sociedad en
general sino también dentro de la Iglesia, pueden excluir a ciertas personas y a veces a
categorías enteras de personas de una participación y una comunión plenas
y significativas en el seno de la comunidad.
Los problemas de raza y género han sido una preocupación constante del CMI.
Las
personas con capacidades diferentes, los ancianos, los niños y los jóvenes ... se
cuentan entre los más vulnerables de nuestra sociedad y, además, son los que se
excluye de forma creciente de la comunidad y se hace competir uno contra otro por la
obtención de reconocimiento y de recursos.
"Sin embargo, la tarea de incluir a cada uno dentro de la comunidad única no es tanto
un
programa independiente como un medio de concebir y aplicar cada uno de los
programas. A veces requerirá reflexión y estudios teológicos que
proporcionen
los sólidos fundamentos que se necesitan. Otras veces hará falta educación
y
formación específicas. Pero lo cierto es cada uno en todo momento
deberá reconsiderar las consecuencias que pueden tener sus acciones y programas para
cada
miembro de la comunidad así como para la comunidad en su conjunto. Así pues,
esta sección es tanto una sección instigadora, iniciadora, coordinadora,
provocadora,
como "pragmática"."
Formación Teológica Ecuménica
"La sección de Formación Teológica Ecuménica (FTE) se encarga
principalmente de fomentar la unidad y la vocación misionera de la Iglesia, así
como
de abordar de manera científica y coherente los problemas socioéticos que se
plantean a la humanidad."
Culto y Espiritualidad
"El culto y la liturgia ecuménicos son también un medio gracias al cual el CMI
puede
llegar a la vida de las congregaciones locales mediante la música, el material
litúrgico
y la oración. En todas partes hay hambre y sed de renovación espiritual, tanto por
lo
que respecta a la santificación personal como a la transformación colectiva. El
espíritu ecuménico de culto y vida litúrgica que se está abriendo
camino
puede ser un movimiento del Espíritu Santo para la renovación de nuestras
iglesias."
Prioridades programáticas
Fe y Constitución
2. Un estudio sobre la unidad de la Iglesia y la renovación de la comunidad humana por
lo
que respecta, en particular, a cuestiones de actualidad tales como las tensiones étnicas y
el nacionalismo.
Participación de los Laicos en una Comunidad sin
Exclusiones
2. Formación y participación de los laicos en la vida y la misión de la Iglesia
en el mundo, en estrecha colaboración con los centros de formación de laicos.
Formación Teológica Ecuménica
2. La necesidad de examinar la viabilidad de la formación teológica en diferentes
contextos culturales, y la utilización de diferentes metodologías.
Culto y Espiritualidad
2. Renovación de la vida ecuménica en las congregaciones locales.
Prioridades dentro de la Unidad y entre las unidades
Por lo que respecta al Consejo en su conjunto, se insta la Unidad a que se comprometa en una
reflexión bíblico teológica con cada una de las otras unidades;
específicamente con la Unidad III sobre las consecuencias eclesiológicas del
proceso
de Justicia, Paz e Integridad de la Creación; con las Unidades II y III sobre el
diálogo
interreligioso; y con la Oficina de Relaciones Interreligiosas sobre el diálogo entre
cristianos
y judíos; con la Unidad II sobre misión y evangelización y sobre el
Evangelio
y las culturas; y con la Unidad IV sobre la diaconía como una expresión
práctica de la koinonía.
Evian, Francia, 1992. Como ya expresamos, esta reunión proporcionó una
orientación general al programa de la Unidad, que se había creado cuatro meses
antes.
Crêt-Bérard, Suiza, 1995. Además de formular recomendaciones
sobre
la labor de las cuatro secciones, los comisionados examinaron la cuestión de la
ubicación administrativa del Instituto de Bossey y afirmaron que debía
permanecer
en el marco de la Unidad. También comenzaron a participar en el proceso Hacia un
Entendimiento y una Visión Comunes del CMI (EVC). Los comisionados declararon:
"En
este momento decisivo, consideramos la unidad que buscamos en término de
comunión, reflejando la índole relacional de nuestra comunión con Dios,
de
unos con otros y con la creación como un todo."
Abadía de Hautecombe, Francia, 1996. En esta reunión se elaboraron tres
documentos importantes: 1) una declaración en la que se afirma la labor de las cuatro
secciones y se determinan las prioridades teniendo en cuenta la preocupación cada vez
mayor por la situación financiera del Consejo; 2) una carta abierta al secretario general,
en
la que se formulan recomendaciones por lo que respecta al proceso de examen de la
situación financiera; 3) una respuesta al proyecto de texto sobre el EVC.
Annecy, Francia, 1997. En un extenso informe sobre sus cuatro reuniones, los
miembros
de la Comisión tomaron nota con aprecio de los múltiples logros de la Unidad y
de
sus cuatro secciones desde 1992. El informe también incluye valiosas observaciones
sobre
la orientación futura del Consejo y el documento EVC.
La Conferencia, que reunió a participantes de todo el movimiento de Fe y
Constitución, se distinguió de las anteriores conferencias por la elevada
proporción de participantes mujeres y de participantes de las dos terceras partes del
mundo.
Un grupo de 35 jóvenes teólogos (de menos de 35 años de edad) tuvo gran
influencia en los trabajos de la Conferencia gracias a su declaración pública.
En el mensaje de la conferencia se declara que: "No podemos dar marcha atrás con
respecto al objetivo de la unidad visible y del Movimiento Ecuménico único, que
vincula la preocupación por la unidad de la iglesia con el compromiso en las luchas del
mundo". En el mensaje se elabora la concepción de las iglesias como koinonía
una
comunión en la fe, la vida y el testimonio y apunta al proceso de reconciliación
que
puede dar lugar a una mayor comunión, destacando la interdependencia de la fe, el culto
y el testimonio. Los informes y documentos pasaron a formar parte de la literatura
teológica
de especialistas e iglesias, y su lectura fue recomendada a los fieles en la encíclica papal
Ut Unum Sint.
Estudios de Fe y Constitución
A solicitud de las iglesias unidas y en vías de unión (Ocho Ríos, 1995) y
de
las iglesias de Leuenberg-Meissen y Porvoo (Liebfrauenberg, 1996), se celebró en
Estrasburgo (1997) una consulta sobre "Episkope y episcopado en la búsqueda
de
la unidad visible y en el servicio de la misión apostólica de la Iglesia". El objetivo
era
examinar la reciente evolución de la comprensión y la práctica del
episkope, a la luz de los trabajos sobre el BEM, de las respuestas de las iglesias a ese
documento y de los diálogos bilaterales, y reflexionar al respecto desde un punto de
vista
teológico.
Hermenéutica ecuménica. El objetivo de este estudio sobre
hermenéutica ecuménica, que se emprendió en 1994, es ayudar a las
iglesias
a dialogar más allá de las culturas y las confesiones y a comprender la
interrelación que existe entre ellas. Dado que la Unidad II había emprendido un
estudio sobre la hermenéutica intercontextual en el marco de su estudio sobre el
"Evangelio
y las Culturas", Fe y Constitución decidió colaborar con la Unidad II. El texto que
trata de lograr un marco coherente para el quehacer teológico desde un punto de vista
ecuménico se ha enviado a especialistas en hermenéutica para que nos hagan
llegar
sus comentarios.
Culto. La reflexión teológica sobre el culto en relación con la
unidad
de la iglesia ha sido una preocupación constante de Fe y Constitución. Una
conferencia importante sobre este tema, celebrada en Ditchingham, Inglaterra, en 1994, fue
más allá del estudio sobre el Bautismo, Eucaristía y Ministerio poniendo
en
evidencia la diversidad de expresiones que pueden surgir de un orden de culto común.
Con
ocasión de la consulta y la elaboración del informe, Fe y Constitución
examinó la cuestión con especialistas en liturgia; y estas nuevas relaciones
también enriquecieron la discusión sobre la liturgia de bautismo en una consulta
celebrada en Faverges, Francia, en 1997.
Eclesiología y ética. Tras solicitud del Comité Central, Fe y
Constitución se unió a la Unidad III para realizar un estudio en el que se
relacionan
la reflexión teológica y eclesiológica con la expresión ética
concreta de la fe cristiana en la vida. Se celebraron tres consultas y sus resultados fueron
publicados. Esos resultados se refieren a la interrelación entre koinonía y justicia,
paz e integridad de la creación; el imperativo eclesiológico para la reflexión
y
la acción éticas ecuménicas; la interrelación entre pacto,
eucaristía y compromiso ético; y la iglesia como "comunidad moral". El amplio
interés por estos tres informes y los debates al respecto dejaron claro que no se trata
sólo de cuestiones internas del CMI, sino de cuestiones que tienen un significado
más
amplio para las iglesias. El Comité Central, en 1996, pidió que se estableciese una
mayor colaboración entre Fe y Constitución y la Unidad III para estudiar el tema
"Identidad étnica, nacionalismo y la unidad de la Iglesia" (estudio bajo la
dirección
de Fe y Constitución) y sobre el Programa para Superar la Violencia (programa bajo la
responsabilidad de la Unidad III).
Otras cuestiones importantes
De 1993 a 1997, continuó el trabajo de investigación sobre la "nueva
definición
de los laicos" y la eclesiología de pueblo de Dios en colaboración con todas las
unidades del CMI, las iglesias miembros, los consejos cristianos y los centros de
formación
de laicos. Estas preocupaciones fueron tratadas en el número de octubre de 1993 de
"The Ecumenical Review", que está dedicado al tema "Reanudar el debate
ecuménico sobre los laicos". En la sesión plenaria sobre "El Laos todo el pueblo
de Dios" del Comité Central del CMI que tuvo lugar en Johannesburgo, en 1994, se
centró la atención en el examen del alcance eclesiológico de este concepto,
en
particular la cuestión general de los movimientos laicos y su relación con la
iglesia.
Debates similares tuvieron lugar en la reunión de la Conferencia de iglesias miembros
del
CMI de los Estados Unidos en mayo de 1995, y en consultas menores con iglesias miembros y
consejos de iglesias en Cuba (La Habana, Matanzas, Cárdenas, Santiago de Cuba), en
enero
de 1996, y en Praga, República Checa, en septiembre de 1996.
En una consulta sobre "Hacia un entendimiento común de los conceptos
teológicos
de laicos/Laos: el pueblo de Dios" (Ginebra, mayo de 1997), se reunieron 27 participantes
hombres y mujeres de muy diversas tradiciones eclesiales para examinar la posibilidad de un
enfoque común de los conceptos teológicos de laicos/laos y el pueblo de Dios. En
el informe final se incluyen tres ponencias: "Ser cristianos en el mundo", "Bautismo,
eclesiología y vocación" y "Formación y Laos".
El aprendizaje ecuménico, la formación de los laicos y el
liderazgo en la formación de los laicos
El CMI prevé reuniones anuales del Comité Mundial de Colaboración y
administra el Fondo de Coordinación de los Centros Cristianos de Encuentro y
Formación de Laicos establecido en 1990 para ayudar a las secretarías de las
asociaciones regionales, apoyar sus programas de base y los programas del Comité
Mundial
de Colaboración. En una reunión en Argentina, en octubre de 1997, el
Comité
Mundial de Colaboración pasó a llamarse OIKOSNET una red mundial de
Centros
Cristianos de Encuentro y Formación de Laicos que colaboran en pro de comunidades
justas, participativas, sostenibles y sin exclusiones.
Comunidad sin exclusiones
Las consultas celebradas durante el período entre 1994 y 1996 incluyeron 1) una
consulta
de organismos ecuménicos regionales (Cartigny, Ginebra, noviembre de 1994), con
participantes procedentes de África, América del Norte, América Latina,
Asia,
el Caribe, Oriente Medio, y el Pacífico; 2) una consulta conjunta con el Consejo de
Iglesias
del Oriente Medio sobre "De la institucionalización a la vida independiente" (Beirut,
1995);
3) una consulta sobre "La iglesia como comunidad sin exclusiones: lugar y función de
las
personas con capacidades distintas en su vida, la educación y la misión" (Sibiu,
Rumania, 1996); 4) una consulta sobre "Enfoque teológico y sociológico de las
personas con capacidades diferentes", auspiciada conjuntamente por el Consejo Nacional de
Iglesias de Corea y la Conferencia Cristiana de Asia (Seúl, 1996). Todas estas consultas
ayudaron al CMI a establecer relaciones con grupos laicos y de iglesia en todo el mundo. Sin
embargo, será necesario continuar la labor para poder consolidar los resultados de las
consultas.
En 1997, el Comité Central recibió una declaración provisional sobre la
comprensión teológica y empírica de la cuestión de las
discapacidades.
Fue traducida al alemán, francés y español y enviado a las iglesias
miembros
del CMI, los consejos nacionales, y a las organizaciones ecuménicas regionales. Se
espera
que la labor comenzada en este importante ámbito pueda continuar después de la
Asamblea.
La dimensión regional apuntaba al establecimiento de relaciones flexibles con las
regiones
y al intercambio entre las regiones de competencias y de personas para el compromiso y
enriquecimiento mutuos. Los intercambios interregionales entre Asia y el Pacífico y
entre
China e Indonesia promovieron la colaboración entre seminarios y asociaciones
teológicas intercambiando programas de estudio sobre la misión y estudios de
postgrado. La FTE también ha sido un lugar de reunión entre organismos
donantes
y asociaciones regionales e instituciones teológicas. Por ejemplo, la FTE está
organizando una reunión entre iglesias de Angola y organizaciones donantes con el
objeto
de reunir los fondos necesarios para establecer una facultad de teología.
El personal ejecutivo de la FTE, estaba integrado hasta abril de 1997 por tres personas, que
compartía la responsabilidad en las regiones: una persona para África, Europa y
Oriente Medio; otra persona para Asia, Australia, Nueva Zelandia Aoteoroa y el
Pacífico;
y una tercera persona para América Latina, el Caribe y América del Norte.
El "casamiento" con Bossey se deshizo en 1995 con un costo evidente en términos de
motivación, recursos, visión y también en relación con el mandato.
Sin
embargo, el programa de la FTE siguió siendo el mismo: promover la formación
ecuménica en las regiones, particularmente mediante la formación teológica
y la formación para el ministerio.
Enfoque de la FTE sobre su ministerio
Durante los seis últimos años la FTE distribuyó directamente más de
3,6
millones de francos suizos en estas cinco categorías, promoviendo la financiación
directa de instituciones del Sur y de los ex países socialistas de Europa central y
oriental
por parte de establecimientos del Norte. La disminución de los recursos del CMI hizo
aún más necesaria esta tarea de sensibilización.
Este empeño de la FTE (que difiere del trabajo de la Oficina de Becas del CMI) ha
demostrado ser muy útil para la concreción de nuevas ideas, dado que la parte
que
le corresponde en la financiación da a la FTE los medios necesarios para promover e
introducir cambios.
Aprendizaje y formación ecuménicas. Bajo los auspicios del Grupo Mixto
de
Trabajo entre el CMI y la Iglesia Católica Romana, se publicó un documento
sobre
"Formación Ecuménica". La revista trimestral Ministerial Formation de la
FTE ha sido un útil instrumento para el intercambio a nivel mundial.
La formación teológica y los ministerios en las diferentes partes del
mundo
tienen un lugar decisivo en la formación de una conciencia ecuménica, dado que
las
iglesias que normalmente no se ocupan de esa formación han podido dialogar con otras
iglesias y crear relaciones de confianza. Por ejemplo, instituciones pentecostales de
América
Latina, que suelen ser críticas del CMI, pudieron colaborar en un estudio de tres
años sobre la viabilidad de la formación teológica y la formación para
el ministerio.
En este empeño la FTE se basa en tres criterios: la calidad rigor intelectual,
madurez espiritual y compromiso con el servicio; la autenticidad la formación
teológica, así como su contenido y su objetivo deben formularse a la luz de cada
contexto sociocultural; y la creatividad apuntando a enfoques innovadores y una
mejor
comprensión por parte de las iglesias de su misión y de su obediencia en la
misión. El repertorio internacional de las escuelas de teologías, publicado en
1997,
ha sido un valioso instrumento para establecer esas conexiones.
Algunos aspectos programáticos salientes
La FTE ha creado formas de colaboración con asociaciones nacionales y regionales de
mujeres en el marco del quehacer teológico, en particular el Circle of Concerned African
Women Theologians, la Asociación de Teólogas y Pastoras de América
Latina
y el Caribe, la Association of Theologically Trained Women in India (ATTWI), la Association
of
Women in Theology (AWIT) de Filipinas, la Association of Theologically Educated Women in
Indonesia (ATEWI), la Korean Association of Women in Theology (KAWT) y WEAVERS en
el Pacífico.
En colaboración con la Secretaría de las Mujeres del CMI, la FTE inició un
programa destinado a mujeres jóvenes que hacen teología, con el objeto de
promover el intercambio entre teólogas jóvenes y mujeres que trabajan en
instituciones teológicas, estimulando su trabajo y dándolo a conocer en los
ámbitos teológicos y eclesiales en todo el mundo.
Por lo que respecta a la financiación de la formación teológica se dio la
prioridad a las mujeres, particularmente en instituciones ecuménicas de África
occidental, Camerún, República Democrática del Congo, Costa Rica,
Malawi,
Sudáfrica, Zimbabwe y Filipinas. Cabe señalar asimismo, que la FTE
favoreció
mejoras en la infraestructura de instituciones de enseñanza superior, mediante proyectos
de construcción (por ejemplo la construcción de locales para mujeres en el Trinity
College, en Legon, Ghana) y ayudó a las asociaciones a celebrar consultas y
conferencias
sobre las mujeres y la teología.
2. Europa central y oriental. Aunque los predecesores de la FTE centraron su labor en
el
Tercer Mundo, en el último decenio, la FTE trató de que su acción
estuviera
en consonancia con su convicción de que no es posible lograr la plenitud de la
visión
y el compromiso ecuménicos mientras quede excluida alguna región o iglesia. La
evolución política en Europa central y oriental facilitó la labor de la FTE
en
esas regiones mediante el compartir ecuménico de recursos, las consultas y los
programas
realizados en colaboración. En 1995, la FTE organizó una consulta ortodoxa
europea
en el Seminario de Agapia, en Rumania, sobre "La formación del pueblo de Dios para el
ministerio y la misión hoy".
3. Literatura. En los comienzos, la producción de literatura y la creación y
desarrollo de bibliotecas era una tarea prioritaria para los predecesores de la FTE. Con el
correr
de los años esta prioridad perdió importancia. Sin embargo, desde Canberra, se ha
vuelto a dar importancia a la necesidad de esos esfuerzos en el marco de una visión
ecuménica más plena y de la promoción del diálogo entre las
organizaciones regionales. Diversos son los factores que han permitido esta toma de
conciencia.
En su programa de formación de profesores, la FTE patrocinó estudios de
doctorado
para muchos estudiantes del Tercer Mundo, pero sus trabajos no se dieron a conocer en esas
regiones y el precio de sus obras no es accesible. Así pues, las regiones de donde son
originarios esos estudiantes se ven privadas de un material indispensable para el crecimiento de
sus propias iglesias.
En varias regiones, la FTE inició planes de publicación y series de publicaciones
para
editar obras a precios accesibles con amplia distribución, así como
subvencionó la publicación de monografías de teólogos
africanos.
4. Viabilidad de la formación Teológica Ecuménica. La labor de la
FTE
durante el período de Canberra a Harare se ha llevado a cabo en el marco del estudio
sobre
viabilidad de la formación teológica ecuménica. Las iglesias se vieron
confrontadas con dos cuestiones fundamentales: a) ¿De qué forma una
comprensión renovada de la iglesia influye en la formación de dirigentes de iglesia
y de todo el pueblo de Dios, para que puedan ser eficaces en el logro de sus objetivos? b)
¿De qué manera la formación teológica y la formación para el
ministerio podrían contribuir a la renovación de las comunidades de fe y del
mundo?
El proceso comenzó con reuniones regionales para la preparación de una
conferencia
mundial en Oslo en agosto de 1996. Esta consulta mundial abarcaba seis amplios temas: 1) la
espiritualidad, el culto y la viabilidad (es decir la adaptación a las exigencias del mundo);
2) la importancia de la visión ecuménica de la formación teológica y
la
formación para el ministerio hoy; 3) la fidelidad a la tradición, el imperativo
ecuménico y los programas de formación; 4) la viabilidad financiera de la
formación teológica ecuménica; 5) la formación del Laos; 6)
la
renovación de la formación teológica.
Mediante el diálogo, profesores de teología, dirigentes de iglesia, asociaciones
teológicas y algunas organizaciones de cooperación definieron un nuevo perfil
para
la FTE que las comunidades cristianas podrían hacer suyo.
5. Celebración y arrepentimiento. Aunque siempre es fácil hacer una
crítica negativa, no podemos sino alegrarnos de la labor de la FTE reseñada
aquí. Mucho se ha logrado gracias al ministerio del CMI en la formación
teológica ecuménica. Y con la consulta mundial de Oslo afirmamos con
satisfacción que "sin los firmes esfuerzos del Fondo de Educación
Teológica,
el Programa de Formación Teológica y la Formación Teológica
Ecuménica sucesivamente a lo largo de los años, las iglesias y el Movimiento
Ecuménico no estarían donde hoy están; la renovación y la
viabilidad
de la formación teológica están en el centro mismo de la renovación
general de las iglesias". Al mismo tiempo, los esfuerzos en relación con el quehacer
teológico de las mujeres y su ministerio apuntan a la necesidad de arrepentimiento,
porque
las iglesias y los programas teológicos aún tienen mucho camino por andar antes
de
que pueda decirse que merecen la aprobación de las mujeres.
Por lo que respecta al futuro, deben mencionarse dos ámbitos de preocupación: la
formación ecuménica que asocia a los pentecostales y el movimiento
carismático en la tarea de formación teológica; y la iniciación de un
estudio sobre la formación teológica a distancia y su viabilidad similar al estudio
de
una FTE adaptada a las exigencias de nuestra época.
A este respecto, la FTE ya ha tomado algunas iniciativas: una consulta en Malawi para la
región africana produjo una publicación sobre la formación teológica
a
distancia en África y estableció un comité de seguimiento cuya tarea incluye
la compilación de un repertorio de los programas de formación teológica a
distancia en la región.
La sección organizó una serie de talleres regionales de culto que reunieron a
personas
pertenecientes a diferentes iglesias para compartir experiencias y expresiones cultuales:
Bossey,
1991; taller de Asia, Manila, 1992; taller de la Asociación de Centros de encuentro y
Formación de Laicos en África, Blantyre, Malawi, 1992; taller latinoamericano,
Río de Janeiro, 1992; taller caribeño, Río de Janeiro, 1993; taller en el
Seminario Teológico Tainán, Taiwán, 1997.
El Centro de Material de Culto del CMI reúne una colección única de
materiales de culto, himnarios y libros de liturgia enviados por las iglesias de todas las regiones
del mundo. De este material proceden muchos de los símbolos, gestos y canciones que
se
utilizan como parte de los servicios de culto no sólo en las reuniones del CMI sino en
reuniones de otras organizaciones ecuménicas. Parte de este material figura en el libro
Worshipping Ecumenically.
Consultas
Plenario sobre culto y espiritualidad
1. ¿Por qué es importante la unidad de la iglesia?
2. ¿De qué clase de unidad estamos hablando?
3. ¿Cuáles son los obstáculos para la unidad?
4. Signos de esperanza
Participación de los Laicos en una Comunicad sin
Exclusiones
1. ¿Por qué es importante la participación de los laicos
para la unidad de la Iglesia y la unidad de la humanidad?
2. ¿De qué clase de unidad con justicia estamos hablando? Formación del
laos:
3. ¿Cuáles son los obstáculos para una comunidad sin exclusiones?
4. Signos de esperanza
Tercera sesión
Los presentadores introducirán las siguientes cuestiones y dirigirán los
debates:
1. ¿Por qué es importante la formación teológica?
¿ Necesita la formación teológica de la iglesia? ¿Necesita la iglesia
de la teología?
Culto y Espiritualidad
1. ¿Cómo debemos orar?
2. ¿Debemos orar?
Mandato, estructura y orientaciones
programáticas
La nueva Unidad de Trabajo "Unidad y Renovación" comenzó a funcionar en
enero
de 1992. Sus cuatro secciones Fe y Constitución, Participación de los Laicos en
una Comunidad sin Exclusiones, Formación Teológica Ecuménica -
Bossey,
y Culto y Espiritualidad estaban llamadas a velar por "una interacción, una
cooperación y un enriquecimiento cada vez mayores". En su primera reunión en
Evian, en 1992, la Comisión de la Unidad expresó esa interrelación en
términos de la búsqueda encaminada a manifestar la unidad como
koinonía:
La búsqueda encaminada a manifestar esa unidad como koinonía
sigue
siendo un quehacer constante del trabajo y el diálogo teológicos tendientes a
superar
tanto las diferencias heredadas como las nuevas divisiones. Además, está
indisolublemente ligada a la construcción de la comunidad sin exclusión, de modo
que la Iglesia pueda integrar en su vida y reflejar en su experiencia la labor de unidad con
justicia
que cura las divisiones. El estimulante proceso de educación teológica de todo el
pueblo de Dios está al servicio del fin último que es mantener vivo el ministerio
profético y magisterial de Cristo en la diversa realidad del pasado y del presente. La
vida
de las iglesias, también en el plano local, debe renovarse mediante el culto y la
espiritualidad
ecuménicos, por encima de las barreras de idioma y cultura.
La comisión también determinó la orientación general de los
programas
de las cuatro secciones:
"La lucha por manifestar la unidad de la Iglesia como
comunión/koinonía expresa la respuesta al don y la vocación de Dios y
apunta
hacia su plenitud. Este don y esta vocación requieren de nuestra parte un trabajo y un
diálogo teológicos constantes para superar las diferencias tanto heredadas como
nuevas que mantienen divididas a las iglesias y que son otros tantos obstáculos para
constituir una comunidad verdaderamente inclusiva. Es necesario centrar la atención en
las
afirmaciones básicas de la fe cristiana que ya compartimos. Por lo que respecta al
cumplimiento del Reino de Dios, ha de haber una interrelación consciente entre la labor
en
pro de la unidad de la Iglesia y la renovación de la comunidad humana, puesto que el
designio de Dios es reconciliar y transformar a toda la humanidad y la creación.
"La iglesia es congregada y renovada en el amor de la Santa Trinidad, que
es
una comunidad de personas unidas en mutuo y desinteresado amor. La Iglesia ha de ser un
signo
de esa unidad y también ha de invitar al mundo entero a que participe y quede incluido
en
ella. Esta vocación le exige a la Iglesia incorporar a su vida y reflejar en su experiencia
la
labor en pro de la unidad con justicia que cura las divisiones.
"La formación teológica, un servicio (diaconía) de
primordial importancia, es una tarea indispensable de toda la Iglesia, especialmente con
respecto
a quienes se están capacitando para ser futuros dirigentes de la Iglesia, tanto
clérigos
como laicos. El fin último del quehacer teológico es mantener vivo de manera
dinámica el ministerio profético y magisterial de Cristo en cada momento
histórico de la vida de la iglesia y la sociedad. A este respecto, si bien los especialistas
tienen una particular función que cumplir, todo el pueblo de Dios está llamado
también a contribuir, a la luz de la Palabra de Dios y con la inspiración del
Espíritu Santo.
"Profundizar nuestra vida de oración juntos es indispensable para
poder
comprendernos unos a otros, más allá de idiomas y cultura, en el verdadero
espíritu de Pentecostés.
En 1992, el Comité Central examinó las prioridades programáticas para
cada
una de las secciones establecidas por la Comisión de la Unidad en Evian:
1. La naturaleza de la unidad de la iglesia como koinonía.
Preparación, celebración y seguimiento de la Quinta Conferencia Mundial de Fe y
Constitución, sobre el tema "Hacia una comunión/koinonía en la fe, la vida
y el testimonio". Para el seguimiento de esta conferencia se realizará un importante
estudio
de las Perspectivas Ecuménicas de la Eclesiología, haciendo especial
hincapié
en la interpretación de la koinonía y en las exigencias de la unidad visible.
1. Estudio e investigación sobre una comunidad sin exclusiones,
incluidas
las necesidades de las personas con capacidades distintas, los ancianos y otros; la comunidad
sin
exclusiones se preocupa especialmente del problema del racismo (también relacionado
con
unidad y renovación)."
1. La Formación Teológica Ecuménica como se expresa
en:
a) la labor del Instituto Ecuménico de Bossey y los diversos esfuerzos de
formación
teológica en las regiones; b) el fortalecimiento de las actividades de investigación
de
Bossey y de los medios de que dispone; c) la relación de los programas del Instituto
Ecuménico de Bossey con la labor en curso de toda la Unidad; d) los vínculos
entre
Bossey y otros institutos ecuménicos, por ejemplo, la Irish School of
Ecumenics.
1. Estudiar la espiritualidad cristiana en nuestro tiempo: la teología y
la práctica del culto como un signo y compromiso en favor de la unidad visible que
buscamos; nos insta a reflexionar sobre el culto, la música, el arte y los símbolos
cristianos, la iconografía, la arquitectura, la oración, los estilos de vida, las luchas
inherentes a la vida como discípulos y los retiros.
El Comité Central en 1992 también determinó las
prioridades dentro de la Unidad y entre las unidades. Dentro de la Unidad se insta a cada
sección a aportar su contribución a la Quinta Conferencia Mundial de Fe y
Constitución, a reflexionar con las otras sobre el ecumenismo a nivel local y sus
consecuencias para nuestra comprensión de la naturaleza de la iglesia, a trabajar juntas
en
la planificación del culto y a examinar la forma en que el culto nos enriquece en nuestro
camino hacia la unidad. Las percepciones de la sección sobre la comunidad sin
exclusiones
deberían integrarse en el estudio de Fe y Constitución sobre Unidad de la Iglesia
y
Renovación de la Comunidad Humana; y debería alentarse el Instituto de Bossey
a
que retome los temas de los trabajos de la Unidad en su Ciclo Académico de Estudios
Superiores y en sus cursos de verano.
La Comisión de la Unidad I se reunió cuatro veces
para
recibir los informes de cuatro grupos de trabajo y de la junta directiva y para dar
orientación
al trabajo en curso de la Unidad.
Quinta Conferencia Mundial de Fe y
Constitución
La principal preocupación de Fe y Constitución durante este
período fue la planificación, la celebración y el seguimiento de los
resultados
y las recomendaciones de la Quinta Conferencia Mundial de Fe y Constitución (Santiago
de Compostela, agosto de 1993). Los objetivos de la Conferencia eran:
.
En la Conferencia fue posible hacer una síntesis de las percepciones de los tres estudios
principales de Fe y Constitución (Bautismo, Eucaristía y Ministerio; Confesar la
Fe
Común; Iglesia y Mundo) y un documento "Hacia una Koinonía en la Fe, la Vida
y el Testimonio", en el que se desarrollan las líneas generales de la declaración
sobre
la unidad de Canberra y es el resultado de una serie de consultas regionales.
Eclesiología. En su primera reunión después de
la
Conferencia Mundial, la Comisión Permanente adoptó un "esquema general de los
estudios de Fe y Constitución" en el que el estudio ecuménico sobre "La Iglesia
como Koinonía" ocupaba el primer lugar entre los proyectos de Fe y
Constitución
. Los otros estudios sobre culto, hermenéutica, y eclesiología y ética
debían contribuir a ese estudio general. El objetivo del estudio sobre eclesiología
era presentar líneas comunes y convergentes del pensamiento eclesiológico,
reunir
los resultados del diálogo ecuménico pasado y presente de forma coherente y, en
este
contexto, establecer puntos de desacuerdo a nivel confesional, con la esperanza de que sea
posible
lograr una visión común de la naturaleza, la unidad y la misión de la
Iglesia.
Durante este período se llevaron a cabo también otros
estudios.
Compartir la Fe Común se publicó como guía para el informe sobre
Confesar la Fe Común. Se celebraron dos reuniones del Foro Bilateral y una
importante reunión de las iglesias unidas y en vías de unión, además
de
otras muchas iniciativas en colaboración con las Comuniones Cristianas Mundiales y las
organizaciones ecuménicas regionales.
Nuevo perfil de los laicos
En Montreat, Carolina del Norte (Estados Unidos), en septiembre de 1993,
se
celebró una Convención Mundial de Centros Cristianos de Encuentro y
Formación de Laicos". Organizada conjuntamente por el CMI y el Comité
Mundial
de Colaboración de los Centros Cristianos de Encuentro y Formación de Laicos,
esta
Convención reunió a 300 representantes de institutos de formación de
laicos
con preocupación ecuménica de todo el mundo y de diferentes contextos
confesionales, regionales y culturales. Los participantes dedicaron una semana a visitar
comunidades en América del Norte antes de reunirse en Montreat para estudiar el tema
"Tejiendo Comunidades de Esperanza".
En 1995 se celebró, en Brasil, un curso internacional para mujeres
responsables de la formación de laicos sobre el tema "La afirmación de nuestra
identidad: las mujeres luchan por una mayor participación". Otros cursos de
formación de laicos tuvieron lugar en 1995 en la India sobre el tema: "Creating
Communities of Hope: A Step Towards World Peace" (Crear comunidades de esperanza: un
paso
hacia un mundo de paz), en Canadá, en 1996, sobre el tema: "Outside the Lines" (Fuera
del marco) y en Trinidad y Tabago, en 1997, sobre el tema: "Education for Empowerment
Partnership for Transformation" (Formación para la participación
Copartícipes en el cambio, 1997). Estos cursos dieron una importante oportunidad a las
personas que trabajan en las iglesias y en los movimientos sociales de compartir experiencias y
ahondar en la comprensión de su papel en favor de un cambio positivo en la iglesia y la
sociedad. Los participantes recibieron nuevas percepciones de las experiencias de personas de
diferentes denominaciones, religiones, culturas e ideologías; pudieron familiarizarse con
diversos enfoques para el ministerio y la misión; y aprendieron a trabajar juntos en favor
de una causa común, y a aunar sus esfuerzos en el testimonio profético y en la
solidaridad con la lucha de los pobres y los oprimidos.
Bajo la dirección del consultor para las personas con capacidades
distintas se reanudaron contactos entre 1994 y 1996 con las iglesias miembros, los consejos de
iglesias nacionales, las organizaciones ecuménicas regionales y las instituciones de
cooperación de la iglesia y laicas que trabajan con personas con capacidades distintas.
(En
1997, el término "personas con capacidades distintas" se reemplazó por el de
"personas discapacitadas", de conformidad con el uso corriente.) Debido a que no se
disponía de financiación para este cargo después de 1996, se dio prioridad
a
la constitución de una red encargada de sensibilizar a las iglesias miembros y a los
grupos
laicos por lo que respecta a estas preocupaciones .
En 1989, antes de la Asamblea de Canberra, el Programa del CMI
de
Formación Teológica (PFT) se unió al Instituto Ecuménico de
Bossey.
La nueva estructura, bajo el nombre de Formación Teológica Ecuménica
(FTE), se encargaría de programas realizados en el propio instituto y en las regiones
"para
la formación teológica y ecuménica de todo el pueblo de Dios, con la ayuda
de personal y de expertos encargados de constituir, en los próximos decenios, una red
de
dirigentes formados teológica y ecuménicamente para los ministerios de las
iglesias
miembros y del propio Movimiento Ecuménico". La visión y el mandato eran
"responder a viejos y nuevos desafíos de manera constructiva, teniendo en cuenta la
evolución de las mentalidades, las nuevas oportunidades y los recursos disponibles". En
esa
época, la FTE ponía a disposición de Bossey personal y becas sobre todo
para
los seminarios de verano y el Ciclo Académico de Estudios Superiores.
El compartir ecuménico de recursos apunta al intercambio de
recursos
tanto humanos como materiales en todas las regiones del mundo dándose preferencias a
las regiones más pobres de la oikoumene. La FTE ha abordado ese compartir en
la perspectiva de la financiación directa y de la sensibilización, particularmente en
cinco categorías: a) proyectos innovadores y creativos; b) asociaciones de escuelas de
teología; c) formación de profesores universitarios, especialmente en el Sur; d)
intercambio de profesores entre las regiones del mundo especialmente entre las regiones del
Sur,
dejando de lado en parte la tendencia anterior que favorecía el intercambio Norte-Sur;
e)
producción de literatura y creación y desarrollo de bibliotecas.
1. La promoción de la mujer como una prioridad en la
formación teológica. La preocupación de la FTE de promover de forma
responsable la plena participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida
de
la iglesia y de la vida pública tiene como base la declaración sobre la
"Visión
del Reino de Dios", presentada por un grupo de mujeres en la Conferencia Mundial de
Melbourne
sobre Misión y Evangelización, en la que se reivindica el derecho a la
formación teológica de las mujeres como una prioridad; las percepciones de la
Asociación Ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo (EATWOT); y la
evaluación del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer.
Talleres de culto
Los talleres de culto continúan como parte de la investigación
básica en la que se fundamenta la preparación del culto para las reuniones
ecuménicas en particular esta Asamblea. Se están componiendo nuevos
cánticos e intercambiando nuevas formas de orar. Muchas cuestiones centrales de la
relación entre el Evangelio y las culturas emergen en esos talleres de culto. Cabe
señalar las dificultades que crean los distintos estilos de celebración, permitiendo
tener una idea más clara sobre lo que nos divide como cristianos, y valorar mejor los
dones
de los otros.
En colaboración con otras organizaciones, la sección
organizó o colaboró en la organización de una serie de consultas:
Espiritualidad cristiana para nuestro tiempo (Iasi, Rumania, 1994). Organizada en
colaboración con otras secciones y unidades, esta consulta tenía como objetivo
definir las características esenciales de la formación espiritual desde una
perspectiva
ecuménica. Los participantes recomendaron:
El papel del culto en la búsqueda de la unidad cristiana (Ditchingham, Inglaterra,
1994). Organizada con la colaboración de Fe y Constitución esta consulta
examinó tanto los problemas como las prácticas de la celebración actual del
culto. La carta de los participantes sobre "koinonía en el culto" constituye una
exhortación a las iglesias miembros a unirse a ellos.
Hacia una fecha común de la Pascua (Alepo, Siria, 1997). Organizada en
colaboración con el Consejo de Iglesias del Oriente Medio, las Comuniones Cristianas
Mundial y Fe y Constitución, esta consulta examinó la cuestión de la fecha
de
la Pascua e hizo propuestas a las iglesias para una celebración anual común. Los
participantes hicieron dos recomendaciones:
El Comité Central recibió el informe de la consulta de Alepo y recomendó
que
se transmitiese a la Octava Asamblea y que se tuviese en cuenta en los debates
ecuménicos
sobre el milenio.
En su reunión de 1997 el Comité Central dedicó una
sesión plenaria al tema del culto y la espiritualidad. Jean Vanier hizo una conmovedora
exposición en la que destacó la importancia del compromiso con Jesucristo, las
disciplinas espirituales y el amor por los necesitados, dando especial importancia a los que
tienen
discapacidades. Tras la discusión con los miembros del Comité Central se
celebró un servicio de lavatorio de pies.
asamblea