consejo mundial de iglesias

Octava Asamblea
Comités de la Asamblea

Informe del Comité de Finanzas
Versión aprobada por la Octava Asamblea



Introducción

De 1948 a 1998, la visión del CMI sobrepasó siempre sus posibilidades financieras. Las siete asambleas anteriores tuvieron todas ante sí la difícil tarea de compaginar la visión con los fondos. Después de Canberra, los costos se redujeron gracias a la disminución de un tercio de la dotación de personal. Ahora, a esta Asamblea jubilar incumbe la responsabilidad de aumentar los ingresos profundizando el compromiso de todos los miembros y aceptando nuevos métodos.

Antes de pasar a las recomendaciones, en el presente informe se examinan brevemente:

  • la posición financiera estable conseguida después de Canberra frente a una situación mundial de convulsión económica; y
  • algunas consecuencias financieras del documento y el proceso de Entendimiento y Visión Comunes (EVC) para la situación actual y la que puede preverse.


I. De Canberra a Harare

1. Evolución externa
Los grandes cambios políticos, sociales y económicos ocurridos en el mundo han influido profundamente en las finanzas del CMI durante los siete últimos años. Entre los más significativos cabe señalar:

  • el fin de los sistemas comunistas en la URSS y en Europa Oriental;
  • la mayor integración y el mayor crecimiento de la economía mundial;
  • los conflictos en la ex Yugoslavia, el Oriente Medio y África;
  • las crisis financieras, primero en México y, más recientemente, en los países del sur y el este de Asia, Rusia y el Brasil;
  • la imposición de programas de ajuste estructural a países con deudas imposibles de pagar.
Estos acontecimientos se han repercutido, directa o indirectamente, en las condiciones financieras de las iglesias miembros. La situación se ve agravada por la concentración de las fuentes de ingresos del CMI. En 1997, la situación era la siguiente:
Europa Occidental 81,76%
Estados Unidos y Canadá 15,83%
Resto del mundo 2,41%
Los gobiernos de los países occidentales reaccionaron ante las repercusiones de la evolución de la situación mundial en sus países, y la situación financiera de las iglesias resultó deteriorada. Por ejemplo, las iglesias alemanas, que aportan la mitad de la contribución de Europa, han tenido que hacer frente a las restricciones financieras en su trabajo y a los recortes de sus gastos a causa de las modificaciones previstas de la política fiscal del país, que influirán profundamente en la situación financiera de las iglesias. Además, muchas iglesias miembros occidentales afrontan crisis originadas por la disminución del número de fieles y el envejecimiento de las congregaciones. En consecuencia, no hay motivos para sentirse plenamente satisfechos respecto de la estabilidad de la situación financiera del CMI.

2. Evolución interna

2.1. La reestructuración 1991-1993
En vista del empeoramiento de la economía mundial a comienzos de la década de 1990, y ante el importante déficit de funcionamiento del propio Consejo en 1990, la Séptima Asamblea aprobó en Canberra una serie de medidas para lograr un equilibrio entre gastos e ingresos. En enero de 1992 se procedió a una reestructuración radical del Consejo. Las diecisiete dependencias administrativas y grupos financieros existentes se substituyeron por cinco departamentos administrativos: cuatro unidades de trabajo y una secretaría general ampliada. Sin embargo, cada unidad de trabajo conservó varias funciones financieras y mantuvo su propio encargado de finanzas.

Habida cuenta de los déficits presupuestarios proyectados, el Comité Central también aprobó una importante reducción de la dotación de personal. El número de miembros del personal descendió de 340 en 1990 a 270 en 1992. Esta disminución del 20% de la dotación permitió al Consejo equilibrar sus presupuestos y obtener pequeños superávits desde 1991 hasta 1993.

Cuadro 1. Resultados de funcionamiento 1987-1997

2.2. Haciendo frente a los déficits 1994-1996
El mejoramiento de las finanzas del Consejo conseguido en 1993 sufrió un grave revés en 1994 a causa de diversos factores. Después de varios años de bonanza, las carteras de inversiones del CMI registraron mediocres resultados.

Cuadro 2. Ingresos (pérdidas) totales procedentes de las inversiones del Consejo, 1994-1997

CHF 000
1994
1995
1996
1997
Total de ingresos/pérdidas por inversiones del Consejo
(9.158)
(3.048)
10.774
5.669

Las fluctuaciones de los tipos de cambio originaron algunas pérdidas excepcionales en las transacciones, y algunos de los asociados financieros del CMI se vieron obligados a reducir sus contribuciones.

El Consejo emprendió un examen completo de los presupuestos, inició una evaluación programática total y estableció un plan de reestructuración del personal. En 1997, el número de miembros del personal quedó reducido a 237.

2.3. En busca del equilibrio 1997-1998
Quedó claro entonces que las dificultades financieras del CMI no eran temporarias. Sus ingresos de funcionamiento se mantenían estáticos y sus reservas habían quedado substancialmente reducidas.

Cuadro 3. Contribuciones de ingresos de funcionamiento, 1997

CHF 000
1994
1995
1996
1997
1998
Presupuesto
1999
Presupuesto
Contribuciones de los miembros
6.366
6.267
6.347
6.659
6.531
6.972
Contribuciones asignadas para funcionamiento
20.906
21.026
20.358
21.035
18.338
16.355

Muchas iglesias miembros y organismos de cooperación se encontraban en situaciones similares. Era obvio que el Consejo tendría que proceder, una vez más, a un ajuste radical de sus estructuras y actividades. El resultado fue la adopción de una nueva estructura y un nuevo estilo de trabajo en virtud de los cuales se eliminaban las cuatro unidades de trabajo y toda la labor del Consejo se reagrupaba en "un conjunto administrativo único", que funcionaría en cuatro grupos básicos de equipos de personal. Con la aplicación de una nueva metodología presupuestaria basada en la transparencia el personal de dirección debatió las prioridades presupuestarias y, a su vez, adoptó un enfoque coordinado del presupuesto de 1999.

En 1997, se registró un pequeño superávit de funcionamiento, y se prevén resultados análogos para 1998.

El Comité de Finanzas de la Octava Asamblea reconoce y aplaude los enérgicos esfuerzos y significativos cambios realizados por el Comité de Finanzas del Comité Central a lo largo de los últimos siete años para lograr la estabilidad de las finanzas del CMI. Un elemento importante del considerable progreso realizado ha sido también el empeño inquebrantable de los dedicados miembros del personal del CMI por mejorar la responsabilidad financiera así como la claridad de los mecanismos de presupuestación y presentación de informes.

Pese a los importantes progresos logrados después de Canberra, el Comité de Finanzas de esta Asamblea es consciente de una serie de problemas que aún persisten:

Problemas internos y externos que afectan al CMI:

  • la disminución de los recursos financieros de algunas iglesias miembros y organismos de cooperación relacionados con las iglesias;
  • la pugna cada vez mayor en las iglesias entre las necesidades internas y las externas;
  • el cambio de prioridades en los organismos de desarrollo;
  • la mayor competencia por fondos de otros organismos ecuménicos;
  • la fluctuación de los tipos de cambio;
  • la volatilidad de las carteras de inversiones;
  • la insuficiencia de los ingresos no asignados para sufragar todos los costos de funcionamiento;
  • la constante dependencia financiera que recae en sólo diez iglesias miembros;
  • la falta de pago de las contribuciones del 48% de los miembros actuales;
  • la reducción del nivel de las reservas;
  • la permanente necesidad de mayor transparencia en el proceso de preparación del presupuesto y en los informes financieros.


II. El proceso de "Entendimiento y Visión Comunes" y sus consecuencias para la política financiera del CMI

El documento "Hacia un Entendimiento y una Visión Comunes del Consejo Mundial de Iglesias" entraña algunas consecuencias concretas para las funciones financieras del CMI.

La reestructuración del Consejo en equipos y grupos básicos interrelacionados requiere nuevos procedimientos financieros y tiene repercusiones en lo que supone la condición de miembro.

1. Nueva forma de entender la "condición de miembro"
1.1. El Comité de Finanzas reafirma el principio de que las contribuciones de los miembros deben alcanzar el objetivo de 10 millones de francos suizos en los próximos cinco años. Para lograr esa meta, las iglesias miembros tendrán que trabajar con voluntad y profundo empeño a fin de satisfacer y, cuando sea posible, exceder esa contribución mínima. Los cambios en las posibilidades de los contribuyentes tradicionales estimulan a otras iglesias miembros a contribuir como expresión de responsabilidad compartida.

1.2. El Comité de Finanzas apoya firmemente el principio de que cada iglesia miembro haga efectiva la contribución que en tal calidad le corresponde.

1.3. La importancia de las contribuciones de los miembros no radica sólo en sus consecuencias financieras sino también en que son expresión de la participación en el Movimiento Ecuménico y en el trabajo del CMI, como se recalca en el documento EVC.

2. Los equipos han de ser centros de ingresos y gastos
2.1. El Comité de Finanzas entiende que hay considerables posibilidades de que los equipos de personal generen ingresos. La prevista organización de talleres para ayudar a desarrollar de forma innovadora la capacidad de los equipos de personal como centros de ingresos sobre la base de la noción de proyectos mejorará la capacidad del Consejo para cumplir su labor a ese respecto. El Comité estima que se dispone de un potencial considerable para movilizar nuevas fuentes de ingresos mediante relaciones de asociación con otras organizaciones en torno a temas y proyectos. Asimismo, considera que podría lograrse una reducción significativa de los costos remitiendo aquellos proyectos que no sean de carácter básico a organizaciones ecuménicas nacionales y regionales o a iglesias miembros. El imperativo para los equipos de personal es operar con una nueva mentalidad previsora capaz de determinar y generar fuentes de financiación mediante la ejecución de las actividades de proyecto. Esta labor será coordinada por la Oficina de Coordinación y Movilización de Fondos (OCMF).

2.2. Es posible movilizar fuentes de financiación alternativas y reducir los costos mediante nuevas empresas conjuntas con organizaciones ecuménicas de iglesias y/o con otras organizaciones.

2.3. También se reafirma la necesidad de que las iglesias miembros faciliten personal en régimen de adscripción, cuando proceda.

3. Control financiero
Las funciones financieras y de contabilidad de los equipos deben seguir integrándose en una función de servicio administrativo y financiero para el trabajo de todo el Consejo.

4. Hacia el equilibrio financiero<
4.1. Equilibrio financiero significa hacer corresponder determinados tipos de ingresos con categorías específicas de gastos. El cuadro 4 ilustra una situación "ideal". Las flechas representan las corrientes de fondos de una categoría de ingresos hacia la correspondiente categoría de gastos.

4.2. Definición de los términos utilizados en el Cuadro 4.

Ingresos procedentes de las contribuciones de los miembros
Estos ingresos representan las contribuciones anuales abonadas por las iglesias miembros para el apoyo general del Consejo. Deben utilizarse primordialmente para las funciones de la Secretaría General, los servicios de finanzas y administración e información.

Ingresos no asignados
Estos fondos dan al Consejo la necesaria flexibilidad para llevar a cabo las tareas prioritarias establecidas por las iglesias miembros. Comprenden contribuciones adicionales de iglesias miembros y de otras fuentes, que no conllevan restricciones de utilización. A estos fondos se añaden los ingresos en concepto de alquiler de propiedades, los ingresos procedentes de las inversiones y los ingresos en concepto de producción. Pueden utilizarse en cualquiera de las categorías de gastos indicadas en el diagrama.

Ingresos para actividades
Son los fondos que recibe el Consejo destinados a actividades determinadas y que deben utilizarse para esas actividades, tanto para sufragar costos directos como costos de gestión.

4.3. Propuesta de Equilibrio

Algunos ingresos para actividades pueden estar destinados a proyectos especiales de duración determinada radicados en los sectores logísticos, por ejemplo la base de datos ecuménica. Esto se señala con la flecha punteada.

La flecha a la derecha del recuadro de gastos en concepto de actividades representa una tasa (derechos de gestión) que abonan los equipos de actividades a los equipos de logística por los servicios prestados, por ejemplo servicios de contabilidad y finanzas, personal, tecnología de la información, y mantenimiento del edificio.

5. Responsabilidad y transparencia
El Comité de Finanzas tiene conocimiento de que algunas iglesias miembros han expresado preocupación por la falta de detalles en la presentación de los informes financieros. El Comité de Finanzas de la Asamblea reafirma la necesidad de una completa apertura y transparencia en lo tocante a la responsabilidad financiera. Esa transparencia debe ser mutua para que el Consejo tenga confianza en el compromiso de sus iglesias miembros.

6. Fortalecimiento del compromiso ecuménico
El Comité de Finanzas ha aceptado con entusiasmo la posibilidad de que las iglesias miembros observen un domingo de compromiso ecuménico el tercer domingo de Adviento u otro domingo, tras la solemne renovación del compromiso con el Consejo Mundial de Iglesias durante la presente Asamblea, el tercer domingo de Adviento de 1998. Esto tendría por finalidad poner de relieve el compromiso que implica la condición de miembro y sería al mismo tiempo una oportunidad para recaudar fondos. También podría llegar a ser una ocasión para que las iglesias miembros tuvieran una mayor intervención en el Movimiento Ecuménico mundial.



III. Recomendaciones del Comité de Finanzas

El Comité de Finanzas desea hacer las recomendaciones siguientes a la Asamblea:

1. Domingo de Compromiso Ecuménico
Recomendamos que se aliente a las iglesias miembros a que observen el Domingo de Compromiso Ecuménico realizando una donación para las actividades del Consejo Mundial de Iglesias. Proponemos para esta actividad el tercer domingo de Adviento u otro domingo que elijan las iglesias. (Texto aprobado)

2. Apoyo financiero de las iglesias miembros y los miembros asociados
2.1. Recomendamos a la Asamblea que apruebe la modificación del Reglamento en lo concerniente a la participación financiera, y que pida al Comité Central en su primera reunión que decida cómo debe interpretarse el artículo I.6.c sobre el incumplimiento de las obligaciones financieras, e informe a las iglesias miembros al respecto.

2.2. Recomendamos que la contribución mínima se mantenga baja para alentar así a todos los miembros y miembros asociados a que contribuyan.

2.3. Recomendamos que se alcance el objetivo de recaudar 10 millones de francos suizos en concepto de contribuciones de los miembros en un plazo de cinco años.

2.4. Recomendamos, además, que aparte de las contribuciones de los miembros, se fomenten las donaciones no asignadas. (Texto aprobado)

3. Otras fuentes de financiación
3.1. Recomendamos que los equipos, bajo la coordinación de la OCMF, aborden la cuestión de la generación de ingresos para las actividades, con enfoques apropiados de las fuentes de financiación más allá de las iglesias miembros. Para ello, el CMI debería organizar talleres que ayudaran a cumplir esa tarea de manera dinámica e innovadora.

3.2. Recomendamos al Secretario General que vele por que se convoque una consulta con expertos de la familia ecuménica en recaudación de fondos y en "marketing" sobre nuevos medios de movilización de fondos y la búsqueda de nuevos recursos.

3.3. Recomendamos el empleo de personal en régimen de adscripción así como la aceptación y utilización de recursos "en especie". (Texto aprobado)

4. Reservas
4.1. Recomendamos que se establezca un nivel apropiado y prudente de reservas, y que los fondos de reserva utilizados para atender las emergencias fiscales de los últimos años se repongan lo antes posible; en consecuencia, debería llevarse a cabo por parte del personal un examen de las reservas con objeto de verificar el nivel y la utilización de esos fondos, y debería informarse al respecto al Comité Ejecutivo en su próxima reunión.

4.2. Recomendamos que se formulen directrices claras sobre la utilización de los fondos de reserva para su aprobación por el nuevo Comité Ejecutivo en su primera reunión. (Texto aprobado)

5. Políticas de inversión
Recomendamos la continuación de la prudente política de inversiones recientemente establecida, con un seguimiento regular de las inversiones. (Texto aprobado)

6. Movilización financiera y presupuestación
6.1. Recomendamos que se asignen recursos suficientes (materiales y humanos) para la movilización de fondos.

6.2. Recomendamos el desarrollo de mejores instrumentos de pronóstico financiero. 6.3. Al reafirmar el compromiso con un presupuesto equilibrado, recomendamos una previsión de tres años y alentamos a las iglesias miembros a que prevean sus contribuciones para ese período. 6.4. Recomendamos que se establezcan plazos para los proyectos y pedimos que se respeten esos plazos, a reserva de una adecuada evaluación del trabajo realizado. (Texto aprobado)

7. Instalaciones - Centro Ecuménico de Ginebra e Instituto Ecuménico de Bossey
Tomamos nota del establecimiento de un fondo para la renovación de esos edificios y recomendamos al Secretario General que presente una propuesta financiera detallada para esos proyectos a la reunión del Comité Ejecutivo que se celebrará en el segundo semestre de 1999. (Texto aprobado)

8. Relaciones públicas y promoción
Reconociendo que las relaciones públicas y la comunicación son un tema que incumbe principalmente a los equipos de Comunicación del Consejo, el Comité de Finanzas entiende que el éxito de este trabajo es decisivo para el establecimiento de una estrategia eficaz de movilización de fondos. En consecuencia, recomendamos que se prepare un plan para elevar el perfil del Consejo Mundial de Iglesias. El Programa de Formación de Laicos de Bossey podría considerarse uno de los ingredientes de esa estrategia. (Texto aprobado)



Conclusión

El Comité de Finanzas de la Asamblea hace hincapié en que no hay lugar para la autocomplacencia por lo que respecta a las finanzas del Consejo, y recomienda estos informes y sus recomendaciones a la Asamblea, en este año del cincuentenario en el que nos comprometemos a fortalecer el Consejo Mundial de Iglesias.


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