FESTIVAL DEL DECENIO
27 - 30 de Noviembre de 1998 |
AL SON DE MARIMBAS
Y TAMBORES MUJERES CRISTIANAS CELEBRAN EL FIN DE LA
DECADA Festival del Decenio, Communicado de prensa no. 1, 28 de noviembre de 1998
Al son de marimbas y tambores zimbabwenses, se inicio en el
día de ayer el gran festival que culminara la Década Ecuménica de Solidaridad de
las Iglesias con las Mujeres, promovida por el Consejo Mundial de Iglesias y que lleva como
título "Imaginemos el futuro más allá de 1998".
La Década que se inicio en el año 1987, ha planteado durante estos anos cuatro
preocupaciones centrales para la vida de las mujeres: la violencia, la justicia económica, el
racismo y la participación femenina en la vida de la iglesia.
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"No podemos aceptar que nuestros dones sean disminuidos, sino que debemos ofrecer todos los talentos como pueblo de Dios. Más allá de 1998, debemos redoblar nuestros esfuerzos para ser responsables del empoderamiento de la mujer. La responsabilidad es evidente cuando abogamos por la identificación de la mujer y su concientización, de modo que puedan conocer sus habilidades y reafirmar sus dones".
De gran inspiración para las participantes fue el acto simb'olico, que reunió en un cántaro típico de Zimbabwe, agua traída de los más diversos países del mundo. Las mujeres peregrinaron con el agua como símbolo de sus esperanzas y sueños.
El Festival, también cuenta con la presencia de 30 hombres, teólogos y pastores que han acompañado a las mujeres durante estos años de lucha. En los próximos días se abordarán otros temas de interés como la violencia que las mujeres sufren en los diferentes ámbitos. Una resolución final será presentada ante la Octava Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias que se inciará el próximo 3 de diciembre donde una vez más las mujeres pondrán ante la Mesa sus preocupaciones, expectativas, esperanzas y sueños.
"Quiero asegurarles que el CMI mantendrá su compromiso con las mujeres, aun más
allá del fin de la Década", expresó el Dr. Konrad Raiser, Secretario General del
Consejo Mundial de Iglesias (CMI), durante la primera sesión del Festival de la Década
Ecuménica de Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres.
En su discurso, dirigido a las mujeres cristianas reunidas en Harare, Zimbabwe, el Dr. Raiser
también se refirió a los frutos de la Década, de modo especial a la ruptura de la
cultura del silencio.
"Las voces de todas las mujeres han sido escuchadas y esta será la realización
verdadera", expresó el Dr. Raiser.
Durante la sesión, otros representantes del CMI afirmaron su compromiso con la lucha de las
mujeres y reconocieron el impacto de esta Década, así como los desafíos que se
enfrentarán en el futuro.
Por su parte el Dr. Samia Kobia, Director Ejecutivo de la Unidad III del CMI, que se dedica al tema
de Justicia, Paz e Integridad de la Creación, destacó algunos de los resultados
alcanzados en estos diez años.
"Con la Década es posible tener la idea de construir una comunidad de hombres y mujeres (...)
el Decenio nos dio una viva conciencia de la riqueza de dones de las mujeres", añadió.
Esta primera sesión del Festival también dio oportunidad a Aruna Gnanadason,
organizadora de esta gran celebración a reflexionar en torno a los últimos diez
años.
"Para mi, es posible que el aspecto mas importante de la Década haya sido la solidaridad que
se ha creado entre las mujeres. Las mujeres de todo el mundo sienten que no están solas y que
hay un gran número de preocupaciones con las que estamos trabajando. Esta solidaridad entre
nosotras debemos atesorarla".
Acerca del futuro Aruna Gnanadason comentó la necesidad de mantener la solidaridad entre
las mujeres y de que las iglesias expresen su compromiso con los múltiples problemas
mencionados en todos estos años. "Un futuro sin Década esta lleno de retos, pero
también lleno de esperanzas", anadió la Dra. Gnanadason.
"Lo que las mujeres queremos es construir una nueva iglesia (...) que de hecho sea un movimiento
preocupado donde participen hombres y mujeres interesados en el ministerio de sanar y reconciliar",
concluyó.
Una audiencia acerca de la violencia en contra de las mujeres, abrió en el día de hoy la
segunda sesión plenaria del Festival de la Década Ecuménica de Solidaridad de
las Iglesias con las mujeres. El evento, que reúne a mas de 1100 representantes de todas las
regiones del mundo en el Colegio Belvedere de Harare, Zimbabwe, dio espacio a la primera
audiencia publica de este tipo.
Un grupo de cinco mujeres presentaron historias llenas de dolor sobre la violencia en el hogar, en las
instancias de decisiones, en la teología, el racismo y el abuso sexual. Los relatos, muchos de
ellos acompañados de lagrimas y profundo dolor demostraron las múltiples áreas
de la vida en que las mujeres son violentadas.
La situación de las mujeres indígenas latinoamericanas fue el caso tratado en el tema del
racismo. De modo especial se apunto al problema que enfrentan las que viven en las ciudades, pues
son explotadas al tener que que trabajar muy duro por salarios extremadamente bajos.
También se hizo referencia a las que viven en lugares de conflicto como es el caso de
Chiapas, México, donde la situación de guerra provoca el maltrato a la mujer.
El abuso sexual al que fue sometida una mujer desde su niñez fue una de las historias mas
tristes que se conto en la mañana de hoy, pues su propio padre fue el autor del hecho. Sin
embargo, el valor de esta mujer canadiense que es pastora anglicana de compartir su historia fue una
expresión de búsqueda de solidaridad en el dolor.
El agua, como símbolo de las lagrimas compartidas fue el elemento central de estas
presentaciones. "Tu historia, es mi historia, tu historia es nuestra historia" y "la violencia contra las
mujeres es un pecado", fueron las frases que unieron las voces de las participantes que expresaron su
acompañamiento ante las huellas del dolor.
Al concluir la sesión Chung Hyun Kyung, representante de Corea del Sur, guío un acto
de curación según la tradición Shaman propia de su país. Las mujeres
cantaron y danzaron al ritmo de los tambores como un símbolo de fraternidad y de
restauración.
El Festival de la Década Ecuménica de Solidaridad de las Iglesias con las mujeres, ha
sido un evento capaz de reunir en Harare, Zimbabwe a más de 1100 mujeres cristianas de
todas las regiones del mundo. Entre las representantes de la región del Caribe se encuentra una
mujer cuya riqueza de vida es digna de ser compartida: Ofelia Ortega. Esta teóloga cubana,
proveniente de un sencillo hogar, estudió en el Seminario Evangélico de Matanzas,
Cuba. En el año 1966 fue la primera mujer graduada como Bachiller en Teología de
esta institución y la primera pastora ordenada en la Iglesia Presbiteriana- Reformada de la isla.
"Mi lucha empezó desde que era una niña y me sentía excluida por mi sexo, pero
cuando llegué al Seminario lo hice de una forma más consciente. Al concluir is estudios
me di cuenta que quería ser pastora, aunque esto iba en contra de la voluntad de mis padres,
pero era menester obedecer a Dios y no a los seres humanos", cuenta la Dra. Ortega con la jovialidad
que la caracteriza y esa alegría tan típica de las cubanas.
La Dra. Ortega es una de las mujeres que acompañó la Década desde sus inicios
pues en el año 1985 fue a trabajar a Ginebra, Suiza, al Consejo Mundial de Iglesias (CMI)
como profesora del Instituto Ecuménico de Bossey, donde impartió clases de
Teología contemporánea y contextual desde la perspectiva de la mujer. Tres años
después, pasó a trabajar en el Programa de Educación Telógica del CMI
para América Latina. Una parte muy importante de este programa fue la celebración
cada año de un taller en Bossey que reuniera a mujeres de todas partes del mundo para
reflexionar acerca de los temas propuestos por la Década.
Sin lugar a dudas, por todos estos esfuerzos de tantos años, en la noche de ayer durante la
plenaria del Festival, las mujeres jóvenes la nombraron como una "madre espiritual" para las
nuevas generaciones, que ven en ella la incansable teóloga que lucha porque otras mujeres
logren también alcanzar sus metas.
"Para mi, estar aquí compartiendo en este Festival es una gran experiencia. Creo que la
Década de Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres ha tenido un gran impacto, por la
hermandad creada; por otro lado, ahora reconocemos que la teología feminista es de todas.
Hemos aprendido a amarnos y a aceptarnos por encima de nuestras diferencias".
La Dra. Ortega también consideró de gran relevancia el hecho de que en estos 10
años se hayan creado cátedras acerca del tema de la mujer en muchas de las insituciones
teológicas de América Latina y el Caribe, logro que atribuye al movimiento de la
Década. Al mismo tiempo apuntó a la creación de redes entre mujeres como un
elemento poderoso que garantizará el fortalecimiento de estas.
Para Ofelia Ortega, quien en la actualidad labora como Rectora del Seminario Evangélico de
Teología en Matanzas, Cuba, la Década no ha terminado y con su rostro lleno de
regocijo manifiesta tener mucha fe en el futuro.
El Documento, dirigido a la 8va Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), que
tendrá lugar del 3 al 14 de diciembre en la Universidad de Harare, Zimbabwe, consta de 6
páginas y será presentado durante una sesión plenaria dedicada a la
Década.
La Carta, escrita por mujeres y hombres participantes del gran evento, exhorta a la Asamblea del
CMI a unirse a las mujeres y "renovar su compromiso por el nacimiento de una comunidad
cristiana inclusiva".
Uno de los debates fundamentales se desarrolló en torno al tema de la sexualidad humana
cuando representantes de las iglesias africanas y ortodoxas allí presentes reaccionaron ante la
propuesta de grupos de lesbianas de incluir sus derechos en el texto.
Finalmente, el documento reconoció diferentes perspectivas sobre el tema, sin expresarse a
favor de ninguna tendencia.
Entre las iniciativas expresadas por las mujeres se destacó la exhortación a las iglesias
para desarrollar programas de Educación Teológica destinados a mujeres, capacitar
jóvenes y niños/as hacia nuevas formas de comunidad inclusiva, así como otras
acciones que contribuyan a recuperar el balance y las relaciones de género, raza, cultura y
liderazgo.
Por otro lado, el Documento aprobado por las mujeres pide al CMI que demande al Banco Mundial
y al Fondo Monetario Internacional que "suspenda inmediatamente todos los programas de
ajuste estructural que lastimen a los más vulnerables de las naciones pobres".
En el Documento también se exhorta a la Asamblea que se exprese en favor de la
"cancelación de la Deuda Externa e interna de las naciones más pobres del mundo,
así como a un llamado a las leyes que protejan los derechos de las mujeres".
Un pequeño grupo de hombres que participaron en el Festival también incluyeron un
mensaje en el Documento en el que instan a la Asamblea a expresar su compromiso con las mujeres y
a unirse en el "proceso de confesión y arrepentimiento en el intento de volvernos a Dios
para ser transformados".
La Carta concluye con unas palabras dirigidas a los/as jóvenes, a quienes urge a "no
resignarse hasta que halla una iglesia donde sean vistos no solamente como actores/as del
mañana sino como pueblo con abundantes dones para el día de hoy".
MUJERES VIOLENTADAS CUENTAN SUS DOLOROSAS
HISTORIAS
Festival del Decenio, Communicado de prensa no. 3, 28 de noviembre de 1998
UNA MUJER CARIBEÑA CUENTA SU
HISTORIA
Festival del Decenio, Communicado de prensa no. 4, 29 de
noviembre de 1998
MUJERES PRESENTAN NUEVOS DESAFIOS A LA ASAMBLEA DEL
CMI
Festival del Decenio, Communicado de prensa no. 5, 30 de
noviembre de 1998
En una dinámica sesión con la maratónica participación de más de
ochenta oradoras y momentos muy tensos al discutir el tema de la sexualidad humana, se
aprobó en la tarde de hoy el Documento Final del Festival de la Década
Ecuménica de Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres.
Por otra parte, las mujeres reconocieron los logros alcanzados durante estos diez años, de
modo especial en el aspecto de la solidaridad con las iglesias.
LLUVIA DE PETALOS CLAUSURA LA DECADA
Festival del Decenio, Communicado de prensa no. 6, 30 de
noviembre de 1998
Una liturgia renovadora unió a más de 1000 participantes del Festival de la
Década de Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres durante el culto de clausura. La
celebración, que significó no sólo el fin de este Festival sino de toda la
Década, tuvo como tema principal el Jubileo y se inició con un momento de
meditación.
Un homenaje especial a las mujeres que han sido las artífices de estos diez años tuvo
lugar en medio de la celebración. Alrededor de 20 mujeres fueron al frente para recibir el
reconocimiento por el esfuerzo realizado durante todo este tiempo.
"Queremos reconocer a un grupo de mujeres que han hecho algo por la Década y que han
permitido su éxito", expresó Aruna Gnanadason, coordinadora de la celebración.
La mezcla de diversos idiomas y de cantos de varias regiones dieron un carácter universal al
culto. Un momento especial lo constituyó la Declaración del Jubileo, que clausuró
la Década.
"Al final de la Década celebramos nuestra resistencia, la solidaridad, el compromiso.
Celebramos el futuro con esperanza y anticipación. Cada día es un nuevo comienzo,
cada año un año nuevo (...). La Década muestra un futuro de esperanza, este es
sólo el comienzo", expresó la Dra. Gnanadason en su discurso final.
Con alegría y el ofrecimiento de la paz, las mujeres celebraron con júbilo el compartir
del pan, fruto del sudor de mujeres, hombres, niños y niñas. Al mismo tiempo, se
bendijo el agua que ha acompañado todo el Festival como símbolo de las
lágrimas.
"Al andar con Dios, el mundo será transformado. Seamos agua viva", fueron las últimas
palabras que expresaron las mujeres en la histórica celebración, quienes concluyeron
cantando acompañadas de los típicos tambores y marimbas africanos así como
de una lluvia de pétalos.
octava asamblea y cincuenta aniversario